El presidente estadounidense, Donald Trump, dijo este lunes estar dispuesto al diálogo con Corea del Norte únicamente si este se produce "bajo las condiciones adecuadas", después de que el régimen norcoreano asegurara que deja la "puerta abierta" a una conversación con Estados Unidos.

EFE

«Ellos quieren hablar, y nosotros también queremos hablar, pero solo bajo las condiciones adecuadas. De lo contrario, no hablaremos», afirmó Trump durante una reunión en la Casa Blanca con la mayoría de los gobernadores del país. «Veremos lo que ocurre, esa es mi actitud», subrayó.

Trump subrayó que, desde la Presidencia de Bill Clinton (1993-2001), sus predecesores han tratado de «hablar» con Corea del Norte, y no ha pasado «nada» en esos «veinticinco años».

«Otros presidentes tenían que haber solucionado este problema, mucho antes de que yo llegara aquí», añadió. No obstante, subrayó que su Gobierno ha sido «muy duro» con el régimen norcoreano y dijo que China también ha endurecido su postura hacia Pyongyang, aunque debería haber hecho más.

El Gobierno de Trump confía en que la oferta de diálogo de Pyongyang represente un «primer paso en el camino hacia la desnuclearización», según dijo este domingo la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders.

«Estados Unidos, nuestra sede olímpica, la República de Corea y la comunidad internacional están de acuerdo en general en que la desnuclearización debe ser el resultado de cualquier diálogo con Corea del Norte», aseguró Sanders en un comunicado.

El general norcoreano Kim Yong-chol, que lidera la representación norcoreana que asistió a la clausura de los PyeongChang este domingo, dijo hoy en Seúl que «la puerta está abierta al diálogo con EE.UU.», y que Corea del Norte ya ha hecho pública esta postura varias veces.

Las conversaciones a seis bandas para la desnuclearización de la península norcoreana (en las que participan las dos Coreas, EE.UU., China, Rusia y Japón) permanecen estancadas desde hace más de una década, y suponen hasta la fecha el último contacto sustancial entre Pyongyang y Washington a cuenta del programa nuclear norcoreano.

Fuente: El Telégrafo