De acuerdo con los datos de la Pro forma, de los USD 8 200 millones de financiamiento requeridos para el 2018, USD 3 900 se destinarán para el pago de amortización de la deuda pública.
«Tenemos un problema de endeudamiento, la deuda pública ha crecido muy rápidamente en los últimos años y nos está limitando recursos que podríamos usar para inversión productiva en el país», añadió.
En los ocho primeros meses de gestión, Finanzas contrató deuda a través de bonos en el mercado internacional por USD 7 500 millones. Una cantidad similar contrató el Régimen anterior, pero en tres años y medio.
De la Torre, además, resaltó que la deuda está creciendo porque el déficit sigue siendo alto, por lo que el plan del Gobierno se enfocará en el 2018 en reducir esa brecha para que el nivel de deuda se reduzca. «Estamos gastando más de lo que estamos recibiendo», dijo. Sin embargo, reconoció que el espacio para recortar gastos «es bastante corto». «Hemos emprendido acciones como el Decreto de austeridad que ahorrará USD 300 millones anuales al fisco», dijo.
El funcionario, además, insistió en la preocupación del Gobierno en torno a la salida de dólares del país y los bajos niveles de las reservas internacionales, que al 2017 se ubicaron en USD 2 451 millones frente a los USD 4 259 millones del 2016. A manera de ejemplo, De la Torre explicó que el país es «como un negocio que compra más de lo que vende, que funciona a pérdida y tiene que contratar deuda para seguir funcionando», dijo.
En ese contexto, indicó que las gestiones del Gobierno, entre ellas la contratación de deuda y la venta de petróleo, son las que han permitido sostener la dolarización y señaló que el aumento de las importaciones del sector privado está contribuyendo a que salgan más dólares. «El Estado es el que trae divisas y el sector privado las saca», dijo.
Fuente: El Comercio
