El texto será votado hoy mismo y, de aprobarse, se convertirá en la primera resolución para tratar de poner fin al conflicto sirio que sale adelante en el máximo órgano de decisión de las Naciones Unidas.
El acuerdo se cerró en medio de una reunión de los ministros de Exteriores de varias potencias y países clave en el conflicto sirio que se celebra en Nueva York tras los progresos logrados anteriormente en Viena.
La resolución del Consejo dará precisamente el respaldo de la ONU a la hoja de ruta pactada en ese proceso, que prevé un alto el fuego en enero y una negociación entre Gobierno y oposición para completar una transición política en un plazo de 18 meses.
Según el texto visto por Efe, Naciones Unidas debe convocar a representantes del régimen sirio y de la oposición a «negociaciones formales sobre un proceso de transición» de forma «urgente», con la fecha de «comienzos de enero» como meta para «el inicio de las discusiones».
Refrendando lo acordado en Viena, la resolución da un plazo de seis meses para el establecimiento de un gobierno de transición «creíble, incluyente y no sectario» y para definir un calendario para la redacción de una nueva constitución.
El Consejo de Seguridad confía también en que en 18 meses desde este momento se celebren elecciones bajo la supervisión de Naciones Unidas.
La ONU será también la encargada de impulsar un alto el fuego en todo el país que entre en vigor tan pronto como el Gobierno y la oposición «hayan comenzado los pasos iniciales hacia una transición política».
De ese cese de las hostilidades quedarán excluidos grupos terroristas como el Estado Islámico (EI) y el Frente al Nusra.
El borrador fue negociado hoy por los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad (EE.UU., Rusia, Francia, el Reino Unido y China), que luego consultaron al resto de miembros para tratar de obtener el mayor apoyo posible, según explicó a Efe el secretario de Estado de Asuntos Exteriores español, Ignacio Ybáñez.
En declaraciones por vía telefónica, Ybáñez consideró «muy importante» este acuerdo y destacó como un «elemento muy positivo» el que el texto ponga al Consejo de Seguridad y a la ONU «en el centro del proceso».
Pese a este consenso, aún se mantienen sin resolver asuntos clave que han dividido hasta ahora a la comunidad internacional, entre ellos el futuro del presidente sirio, Bachar al Asad, o la lista de grupos de la oposición que serán parte de las negociaciones de paz.
Sobre ambos temas, subrayó Ybáñez, la resolución señala claramente que el proceso debe estar «dirigido por los sirios» y que los distintos bandos en el país tienen la «responsabilidad» principal de resolverlos.
Además del ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, y del estadounidense, John Kerry, en Nueva York están hoy entre otros, los jefes de las diplomacias de Irán, Arabia Saudí, Turquía, Emiratos Árabes Unidos, China, Francia, Alemania y el Reino Unido.
Kerry, aprovechando que EE.UU. preside este mes el Consejo de Seguridad, estará al frente de la reunión en la que se votará el proyecto de resolución, que una vez acordada entre las grandes potencias debería salir adelante sin problemas.
Su aprobación simbolizará un giro en la crisis siria, impulsado por un entendimiento cada vez mayor entre Estados Unidos y Rusia, después de cinco años de desencuentros.
Aunque el Consejo de Seguridad sí ha adoptado resoluciones vinculadas a la guerra en Siria para abordar aspectos como el uso de armas químicas o la situación humanitaria, hasta ahora nunca ha sido capaz de ponerse de acuerdo sobre la vertiente política.