«Turquía, en reconocimiento de las preocupaciones iraquíes y de acuerdo a las necesidades de la guerra contra el (grupo yihadista) Dáesh, continuará retirando a sus fuerzas militares de la provincia de Nínive que han sido la fuente del malentendido», indicó el Ministerio de Exteriores en un comunicado.
«Como un miembro comprometido de la coalición mundial contra Dáesh, Turquía está lista para cooperar con Irak para coordinar de forma más cercana los esfuerzos para vencer y destruir al grupo terrorista Dáesh», indica esa nota de Exteriores turcos.
Durante el primer fin de semana de diciembre, Ankara envió un refuerzo de unos 600 militares con una veintena de tanques a Bashika, a unos 20 kilómetros de Mosul, donde hay desde marzo pasado instructores militares enviados por Ankara.
El envío de esas tropas se justificó en la necesidad de proteger a esos instructores, que entrenan a una fuerza de voluntarios dispuestos a reconquistar Mosul, ciudad que cayó en manos de los yihadistas en junio de 2014.
Los medios turcos indican que, tras el anuncio de hoy del Gobierno turco, un convoy de unos 10 o 12 vehículos se estaba desplazando hacia el norte de Irak.
El Gobierno turco confirmó esta mañana que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, llamó a su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan para solicitarle esa retirada de tropas.
En su comunicado de hoy, el Ministerio de Exteriores turco reconoce que se ha producido un «malentendido» con Irak y que Ankara apoya la soberanía y la integridad territorial del país árabe.
«Turquía continuará coordinando con el Gobierno de Irak su contribución militar a la lucha contra Dáesh», indica la nota oficial.
El Gobierno central de Irak ha criticado que Turquía enviase sus tropas sin haber coordinado esa acción, aunque sí lo hiciera con las autoridades regionales kurdas del norte de Irak.
Turquía ya anunció el pasado lunes la retirada de parte de sus efectivos militares en Bashika.