El segundo secuestro de alias ‘Guacho’ cambió el ánimo y el semblante de los uniformados. Un agente de Inteligencia explica que es preferible seguir el camino, no parar en las comunidades por ejemplo en Lita o Alto Tambo.
En esos lugares, las alertas aún permanecen, amenazas por ejemplo de atentar contra una gasolinera o es posible que los tentáculos de «Guacho» lleguen hasta esta zona.
En los siguientes 50 kilómetros, la carretera está casi sin tránsito de vehículos, son muy pocos los autos que van en el camino y solo un bus pasó en ese momento. La ruta sigue y en la advertencia se mantiene. Hay que tener cuidado y seguir los consejos de la Policía: ir por la mitad de carretera y mantener la velocidad.
Al llegar a San Lorenzo, una patrulla de militares y policías lleva equipo caminero para cerrar una de las vías clandestinas que circundan el cantón.
Un oficial de la Marina explica que no se puede acompañarlos a ese operativo, irán a una zona peligrosa y no pueden llevar a civiles. “Por favor tengan cuidado”, dice el uniformado. El cantón esmeraldeño es el epicentro del conflicto.
En sus alrededores, los narcoterroristas de «Guacho» han ejecutado sus atentados y secuestros que ocasionaron la muerte de siete personas (tres periodistas de El Comercio y cuatro infantes de Marina); además se registran más de 30 heridos y ahora el secuestro de una pareja.
En sus calles hay aparente tranquilidad. Los comercios están abiertos y los trabajadores del municipio siguen adecentando el parque central de la ciudad.
No obstante, al conversar con los ciudadanos su preocupación es evidente, un nuevo secuestro apenas cuatro días después de que se conoció la muerte del periodista Javier Ortega, del fotógrafo Paúl Rivas y del conductor Efraín Segarra.
Una mujer que atiende en un restaurante explica que en la ciudad hay resguardo y la vigilancia permanente de las Fuerzas Armadas y de la Policía; pero están preocupados con el nuevo plagio.
El ECU 911 instaló tres cámaras de vigilancia en diversos puntos de San Lorenzo. Las imágenes pueden ser monitoreadas desde Quito y sirven para mejorar el control en esta zona.
Además, en la mañana existe el patrullaje constante de vehículos de la policía y se mantienen restricciones de circulación en dependencias de los uniformados.
Mientras que en la noche se sigue el toque de queda desde las 22:00 hasta las 05:00.
Fuente: El Telégrafo