Los CDC basaron la nueva advertencia en ocho casos de gastroenteritis aguda en una prisión de Nome, Alaska, que al parecer está relacionada con el actual brote que ya afecta a por lo menos 53 personas en 16 estados del país. Treinta y una de esas personas fueron hospitalizadas, dijeron los CDC, y aunque ninguna ha fallecido, cinco personas desarrollaron un tipo de falla renal conocida como síndrome urémico hemolítico.
«Dado que este brote está relacionado con una cepa de la bacteria E. coli (O157:H7) que puede provocar enfermedades graves incluyendo falla renal, las autoridades estatales piden a los ciudadanos de Alaska que sigan las recomendaciones de los CDC y eviten cualquier producto con lechugas romanas que pudiera estar contaminado», dijo el estado de Alaska en un comunicado.
Aunque los casos actuales están conectados al área de Yuma, Arizona, los CDC advierten que las etiquetas de productos empaquetados no siempre identifican las regiones de origen. Por lo tanto, los consumidores deben tirar cualquier lechuga romana que tengan en sus casas, incluso si ya se ha consumido parcialmente, y que eviten comer lechuga romana en restaurantes a menos que el establecimiento pueda confirmar que las lechugas no provienen de Yuma. Ningún productor, proveedor, distribuidor ni marca de Yuma han sido identificados.
Los síntomas de esta cepa de E. coli incluyen retortijones estomacales, vómito y diarrea, la cual usualmente va acompañada de sangrado, dijeron las autoridades. Cualquiera con estos síntomas debe ver a un médico inmediatamente y reportar la infección a los servicios de salud locales.
Ya que se sospecha que la lechuga está relacionada con el brote actual, ¿ayudaría lavar las verduras antes de comerlas? No, dijo Ian Williams, jefe de la Rama de Respuesta y Prevención de Brotes de los CDC.
«Esta bacteria puede meterse en la hoja de la lechuga», dijo. «Lavarla no la hace más segura».
Fuente: CNN en Español