USD 243 millones desembolsó la entidad en el 2017 para este grupo etario, lo que corresponde al 27% del total financiado por el Biess para estos préstamos. Andrea Salazar, de 33 años, y su pareja, de 35 años, solicitaron un crédito al Biess para comprar una casa en el noroccidente de Quito, valorada en USD 90 000.
“Queríamos casa propia para empezar nuestro hogar”, comenta. El banco les otorgó USD 79 000 y ellos dieron una entrada de 7 000 por la casa. El monto financiado deberán pagarlo en un plazo de 25 años. “El proceso fue bastante ágil. Lo único que demoró fue el desembolso.
Todo duró unos tres meses”, dice la beneficiada, para quien el Biess es la entidad que otorga estos créditos con mayores facilidades. Para Jaime Rumbea, vocero de la Asociación de Inmobiliarios de Viviendas del Ecuador (Apive), esta realidad responde a que se trata de una población madura, con cierta estabilidad económica y niveles de ingresos que le permiten acceder a un crédito.
Patricio Álvarez, gerente de Álvarez Bravo Constructores, añade que esta demanda corresponde a una tendencia histórica, al ser un rango de edad en el que la estabilidad laboral y los ingresos permiten a las personas ser calificadas para un crédito hipotecario. El segundo grupo que recibe mayor financiamiento por parte del banco son las personas entre 36 y 40 años (21%). De USD 914,9 millones que desembolsó la entidad el año pasado, 189,7 millones se entregaron a clientes que están en esos rangos de edades.