En su mensaje publicado en Twitter, el mandatario estadounidense dijo que “todo el mundo puede sentirse ahora mucho más seguro que el día que asumí el cargo”.
Antes de su llegada a la Casa Blanca, “la gente asumía que íbamos a ir a la guerra con Corea del Norte”, dijo, y el expresidente Barack Obama afirmó que Pyongyang era el mayor problema de la nación.
Por otra parte, el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, llegó también el miércoles a la base aérea de Osan, en el sur de Seúl, para reunirse con los aliados de Washington tras la cumbre.
Trump y Kim firmaron un acuerdo para trabajar hacia la desnuclearización de la Península de Corea, pero el pacto parece más débil que los alcanzados previamente, que fracasaron. Expertos independientes estiman que Corea del Norte tiene material fisible suficiente para elaborar entre 20 y 60 bombas, y que probó misiles que podrían llevar un arma nuclear hasta territorio continental estadounidense.