Las acciones policiales forman parte de la operación «Hércules», puesta en marcha en Tumaco, la localidad con más hectáreas de coca sembradas en su extenso término municipal, detalló la Policía en un breve comunicado.
Conforme con las imágenes distribuidas por las autoridades, parte de la cocaína estaba escondida bajo tierra y marcada con el logo de un elefante, por lo que usaron perros para localizarla.
Según el último informe de la Fundación Paz y Reconciliación, publicado en octubre pasado, once grupos intentan hacerse con el control de Tumaco, que tiene el segundo puerto de Colombia en el océano Pacífico.
Al menos tres de esos grupos los formaron disidentes de las FARC: Guerrillas Unidas del Pacífico (GUP), La gente del nuevo orden y el Frente Oliver Sinisterra, que se han fortalecido reclutando en la región.
El autodenominado Frente Oliver Sinisterra, que lidera el sanguinario Walter Patricio Arizala Vernaza, alias «Guacho», es el responsable del secuestro en marzo pasado y posterior asesinato de un equipo periodístico del diario quiteño El Comercio. Según explicó el Ministerio de Defensa, dos de las toneladas de cocaína incautadas pertenecían al grupo de «Guacho».
También intentan imponer su ley en la zona el Clan del Golfo, la mayor banda criminal del país nacida tras la desmovilización de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), y otras conocidas como La Empresa, Organización Sicarial del Pacífico, Los Negritos, Renol, un grupo armado privado de narcotraficantes mexicanos, otro llamado Nuevo Grupo y la Columna Gaula.
Fuente: El Telégrafo