Dicho decreto feneció el pasado 27 de junio y para el alcalde de San Lorenzo, Gustavo Samaniego, no es necesario renovar la disposición que ha afectado las actividades comerciales, turismo y empleos en las empresas palmicultoras, pesca artesanal, entre otros.
“San Lorenzo y las poblaciones del cordón fronterizo se han caracterizado por mantener la paz, que ha sido alterada por situaciones que ocurren al otro lado (de la frontera), en Colombia”, enfatizó.
En los últimos días se ha observado un ambiente de relativa calma en San Lorenzo, pero hay recelo cuando arriban extraños o medios de comunicación, dijo Soraida Lemos, propietaria de un restaurante.
También los controles móviles en la vía Esmeraldas-San Lorenzo disminuyeron, pero estos se hacen en diferentes puntos de la provincia, bajo la coordinación del nuevo Comando de Tarea Conjunta, creado hace más de un mes por el Ministerio de Defensa.
Pobladores, dirigentes gremiales y autoridades del norte de Esmeraldas coincidieron en que con el estado de excepción se afectaron el turismo y el comercio con la Sierra norte y sur de Colombia. Incluso, algunos negocios están a punto de cerrar sus puertas por la falta de circulante y ventas mínimas, refieren comerciantes.