La sacudida se produjo esta vez en medio de la noche y en pleno invierno, por lo que la mayoría de la gente optó por volver a sus casas tras salir corriendo a la calle, ya que el frío pudo más que el temor a las réplicas.
El epicentro del seísmo se localizó en la provincia de Badajshan, en el noroeste afgano, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, en inglés), en la misma zona donde en octubre otro terremoto dejó cerca de 400 muertos entre ambos países.
La tierra volvió a temblar anoche en Badajshan a las 23.14 horas (19.14 GMT), esta vez con una intensidad de 6,2 en la escala de Richter y a una profundidad de 203 kilómetros, a unos 82 al sureste de la ciudad de Feyzabad, en una zona montañosa de esta provincia fronteriza con Tayikistán.
En Jyber Pajtunjwa (Pakistán) fallecieron tres personas y 83 sufrieron heridas, según declaró a Efe un portavoz de la Autoridad de Gestión de Desastres de esta provincia, Latif ur Rehman.
En la vecina región de Gilgit-Baltistan, una mujer murió y cinco niños resultaron heridos, cuando «un corrimiento de tierras causado por el terremoto afectó a su casa», explicó el portavoz.
Latif ur Rehman advirtió de que «debido a la distancia y a la profundidad del epicentro, los daños no se espera que aumenten, pero podría haber informes de más fallecidos en las próximas horas» porque los equipos de ayuda enviados «aún no han llegado a todas las zonas».
Radio Pakistan informó de que la autopista ente Gilgit e Islamabad quedó bloqueada por desprendimientos durante el seísmo, que se sintió en la capital paquistaní.
En Afganistán, donde hubo al menos 12 heridos, la gente salió igualmente a la calle en las zonas donde se sintieron los temblores, entre ellas su capital.
«Estaba dormido cuando sentí que la cama se agitaba y rápidamente entendí que era un terremoto, por lo que salí a prisa de casa con mi familia», comentó a Efe un vecino de Kabul, Mohammad Parwiz.
«Cuando salí de casa vi muchas familias vecinas fuera en la calle, con los niños pese al frío. Pocos minutos después de parar el terremoto regresamos a casa», agregó.
El portavoz del Ministerio afgano de Gestión de Desastres, Omar Mohammadi, precisó que de los doce heridos en Nangarhar, dos sufrieron heridas graves y los otros diez leves.
Mohammadi agregó que 74 casas quedaron destruidas en esta provincia y en las de Badajshan, Tajar, Baghlan, Kunar y Parwan, a la vez que destacó que el Ministerio, ante la llegada del invierno, había enviado ayuda alimenticia y de otro tipo a muchas de esas zonas, que podrá ser destinada a los damnificados por el seísmo.
El jefe de Gobierno afgano, Abdullah Abdullah, presidió una reunión de emergencia para coordinar la ayuda, según escribió en Twitter.
La región ya se vio afectada por un gran terremoto el pasado 26 de octubre, de 7,5 grados, que ocasionó cerca de 400 muertos en los dos países, de ellos casi 300 en Pakistán, más de 2.400 heridos y decenas de miles de damnificados.
«En aquellas zonas se proporcionó refugio a la gente pero este (nuevo) terremoto les podría haber causado más problemas ya que algunos todavía viven en refugios temporales», advirtió el portavoz de la Autoridad Nacional paquistaní de Gestión de Desastres, Ahmed Kamal.
Los temblores también se sintieron en zonas de la India, incluida su capital, especialmente en el estado noroccidental de Jammu y Cachemira, sin que haya constancia de víctimas.
En noviembre, otro seísmo, de 5,9 grados y también con epicentro en Badajshan, destruyó casas y produjo importantes pérdidas económicas, aunque sin que se reportara entonces que ocasionara muertos ni heridos en la región.