“Muchísimas gracias al presidente (Juan Manuel) Santos y al pueblo colombiano», dijo el mandatario en el Enlace Ciudadano, el programa número 456 radiotelevisado en esta emisión desde la provincia de Cotopaxi, a unos 45 kilómetros de Quito.
“Así que ya tenemos el apoyo de Colombia y también de Perú”, acotó.
Indicó que Ecuador demoró en negociarlo dos años más que Colombia y Perú porque se ha sido muy cuidadoso para proteger a los más pequeños agricultores y las compras públicas, “poderoso
instrumento de desarrollo”.
Según explicó, cuando el Estado quiera comprar tendrán la prioridad los productores nacionales; “el albañil nacional, el carpintero nacional, excétera”, acotó.
Dijo que Ecuador tiene que ir “con mucho más cuidado” en las firmas de estos acuerdos y aclaró que no es de libre comercio, sino un acuerdo de comercio para el desarrollo.
«Hemos sido muy cuidadosos y Ecuador debe ser mucho más cuidadoso que otros países porque no tenemos moneda nacional», indicó.
El mandatario señaló que cuando no se cuenta con moneda nacional, no se tiene política monetaria y lo único que queda para proteger su sector externo es la política comercial, y estos acuerdos comerciales restringen su capacidad de política comercial.
Por otra parte, apuntó que si le va mal al país este acuerdo este puede ser denunciado, pero, reiteró, se ha sido muy cuidadoso y se pusieron líneas rojas que no podían ser atravesadas. “Creo que la negociación fue un éxito”, acotó.
En particular, explicó, se fomenta el fomento y la protección a la pequeña industria y se conservan instrumentos para el desarrollo económico, “como por ejemplo compras públicas hasta cierto umbral”.
Sin embargo, señaló que si el país no entraba en ese acuerdo desde diciembre de 2016 ya no regiría el sistema de preferencias arancelarias para productos ecuatorianos como las flores y el banano, entre los principales renglones de exportación en el área no petrolera, mientras Colombia y Perú sí se beneficiarían al tener un pacto similar con el bloque unitario.
Uno de los puntos más duros de negociar fue el referido a los aranceles para el banano, ya que la UE quería dar preferencias a sus excolonias, e incluso en ese continente a las Islas Canarias, que son productoras también de la que es la fruta estrella de Ecuador.