López Obrador, quien asumirá la Presidencia el próximo 1 de diciembre, fue declarado presidencia electo después de que los siete magistrados del órgano judicial se pronunciaran en favor.
El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) determinó «que la elección fue válida y que López Obrador, candidato que obtuvo el mayor número de votos, resulta elegible al cargo, por lo que procede expedir a su favor la constancia de presidente electo», dijo la magistrada presidenta, Janine Madeline Otálora.
Durante las aproximadamente dos horas que duró el turno de argumentación, los magistrados hicieron mención en varias ocasiones a la indiscutible ventaja que consiguió el 1 de julio López Obrador, quien acaparó 30.113.483 votos, es decir 53,19 % del total.
«En esta elección ganó la oposición, el licenciado López Obrador, ganó la izquierda. No hay duda», subrayó Felipe de la Mata Piñaza, quien abrió el turno de intervenciones.
De la Mata recordó que el triunfo de López Obrador, cuyo partido contendía en alianza con el Partido del Trabajo y Encuentro Social, fue «tan legítimo que fue reconocido por todos los actores políticos».
En las dos elecciones presidenciales anteriores (2006 y 2012), López Obrador, entonces en el Partido de la Revolución Democrática (PRD), no reconoció los resultados que daban como ganadores a Felipe Calderón y a Enrique Peña Nieto, respectivamente, alegando que los comicios no fueron limpios.
Sin embargo, en esta ocasión, los oponentes del político, José Antonio Meade (del hoy gobernante Partido Revolucionario Institucional, PRI) y Ricardo Anaya (Partido Acción Nacional, PAN) reconocieron el mismo día de las elecciones la victoria de López Obrador.
Otros de los argumentos más repetidos por los magistrados electorales fue que las elecciones del 1 de julio -en las que también se eligieron a los diputados, senadores, gobernadores de nueve estados y otros 3.400 cargos locales- se desarrollaron con transparencia y con apego a la ley.
Las elecciones fueron «libres, auténticas y democráticas», defendió el magistrado Indalfer Infante Gonzales.
Para ello, continuó, dos factores fueron «determinantes»: la «fuerte» participación política de los ciudadanos, tanto a la hora de votar como de supervisar los comicios, y la «responsabilidad de los candidatos» de las diferentes fuerzas políticas.
«No hay duda de la validez de la elección presidencial, al cumplirse las condiciones de un proceso electoral democrático y haberse respetado los principios constitucionales», argumentó.
El pasado 8 de julio, el Instituto Nacional Electoral (INE) concluyó el cómputo oficial de las elecciones, tras lo cual los resultados pasaron al TEPJF para atender las posibles impugnaciones legales que se presentaran.
Otálora afirmó que todas las impugnaciones que se interpusieron ante el Tribunal fueron «desestimadas o declaradas improcedentes», por lo que no tuvieron impacto en los datos arrojados tras el cómputo.
Con la decisión de hoy de los magistrados y la entrega de la constancia oficial a López Obrador como presidente electo, que tendrá lugar más tarde, se da por finalizado el proceso electoral mexicano, que se inició el pasado septiembre. EFE