La Ley de Fomento Productivo, que rige desde el martes pasado, establece el beneficio de amnistía del 100% de los intereses, multas y recargos para este tipo de obligaciones vencidas al 2 de abril de este año. Hasta esa fecha, la deuda por impuestos vehiculares sumó USD 486,5 millones (entre capital e intereses).
Estos tributos son administrados por el Servicio de Rentas Internas (SRI) y son de tres tipos: a la propiedad de vehículos motorizados, a la contaminación vehicular (llamado ambiental) y el impuesto del 1% a la compraventa de vehículos usados.
Para beneficiarse de la remisión, los contribuyentes deben pagar el capital de la deuda. Los contribuyentes tienen 90 días para acogerse al beneficio, los cuales comienzan a contarse desde el pasado 21 de agosto, fecha en que entró en vigor la Ley de Fomento.
Una vez que se venza ese plazo, las obligaciones de impuestos vehiculares se generarán con los respectivos intereses y son susceptibles de inicio de acciones legales, en uso de las facultades de la Administración Tributaria, advirtió el Servicio de Rentas. Las obligaciones susceptibles del incentivo son: deudas pendientes (firmes o suspendidas), declaraciones pendientes (originales o sustitutivas) y matriculación vehicular.