El nombre de este comentarista deportivo en español estará desde hoy inscrito en el Anillo de Honor del estadio californiano de los Dodgers, convirtiéndose así en el primer latino en recibir este reconocimiento.
«Esto no es solo un gran honor para mí, sino para mi familia y para los latinos, desde que los Dodgers llegaron a la ciudad han entendido y reconocido la importancia que los inmigrantes tenemos en esta comunidad», manifestó Jarrín a Efe.
Los seguidores latinos de los Dodgers llegan al 46 % de los aficionados, miles de ellos crecieron escuchando el tradicional «Se va, se va, se va» de Jarrín al narrar un jonrón.
El periodista cuenta que cuando llegó a Los Ángeles en 1955 no sabía nada de béisbol. «En Quito, Ecuador, no se practicaba mucho este deporte, yo sabía de boxeo y de fútbol», recuerda.
Para cuando los Dodgers se trasladaron de Brooklyn (Nueva York),a Los Ángeles en abril de 1958, Jarrín ya trabajaba para la KWKW, la única emisora en español en ese entonces.
Jarrín recuerda que Walter O’Malley, el dueño de los Dodgers, recorrió la ciudad en helicóptero para conocer a quienes iban a ser sus seguidores y decidió que los partidos también deberían ser narrados en español.
«O’Malley entendió muy bien nuestra fuerza», dijo.
Durante un año el inmigrante fue la segunda voz en las narraciones hasta que aprendió todo lo que pudo sobre el deporte.
Desde 1959 ha acompañado al equipo a casi todos sus juegos, incluso tras perder a uno de sus hijos repentinamente.
Jarrín siempre ha mantenido la idea de que los inmigrantes deben esforzarse al máximo para demostrar la capacidad que tienen, y que se merecen un espacio importante.
«Más en estos tiempos políticos, debemos siempre poner el esfuerzo extra», recalca.
El ecuatoriano ha narrado cinco de las seis series mundiales que ha ganado el equipo. Cada victoria y cada derrota la siente como suya.
«En nombre de los Dodgers y los fanáticos, es un honor para mí felicitar a Jaime por alcanzar este hito y agradecerle por servir como un gran representante de nuestro equipo y del béisbol durante 60 años», manifestó Stan Kasten, presidente y director ejecutivo de los Dodgers.
El nombre se Jarrín, uno de los doce del anillo, se une así permanentemente al de estrellas del béisbol como el legendario y mítico narrador en inglés de béisbol de los Dodgers Vin Scully.
También a Pee Wee Reese, Tommy Lasorda, Duke Snider, Jim Gilliam, Don Sutton, Walter Alston, Sandy Koufax, Roy Campanella, Jackie Robinson y Don Drysdale.
«Su lugar entre los grandes de la franquicia es indiscutible, y estamos orgullosos de darle la bienvenida al Anillo de Honor del equipo», manifestó Kasten.
Para el periodista y aficionado al béisbol José Armando Ronstadt, Jarrín es el cronista en español más reconocido en las Grandes Ligas y el aporte que hizo a la comunidad deportiva debe igualarse al hecho por Scully.
Fernando Valenzuela, otro nombre destacado del béisbol, se unió a la ola de elogios que ha recibido el ecuatoriano.
El ex lanzador, que ahora hace parte del equipo de comentaristas de los Dodgers agradeció los consejos que recibió de Jarrín cuando llegó al equipo en la década de los ochenta.
«Siempre recordaré su amabilidad y sabiduría al ayudar a un adolescente a aclimatarse a las Grandes Ligas y luego, muchos años después, mostrándome las cuerdas como locutor novato», recordó Valenzuela.
Este es el segundo reconocimiento de los Dodgers a Jarrín. En 1998, el ecuatoriano entró al Salón de la Fama del Béisbol al recibir el premio Ford C. Frick por los 40 años como voz del equipo en español.
Esta semana, el equipo además anunció que el contrato de Jarrín fue extendido hasta la temporada del 2020.
El inmigrante ecuatoriano comparte los micrófonos con su hijo Jorge, con el que seguirá haciendo historia y dejando un «buen ejemplo de lo que los inmigrantes representan para este país», aseguró.
Fuente: EFE