La entidad indicó que dentro del marco del comercio bilateral y al amparo del Memorandum de Entendimiento suscrito entre Ecuador y Colombia, se efectúa la exportación de arroz pilado a Colombia.
La gramínea ecuatoriana se exporta al país vecino dentro del periodo establecido del 15 de noviembre al 31 de diciembre del 2018, y todas las exportaciones se certificarán en base a lo establecido en la Decisión 416 de la Comunidad Andina Literal A, Certificado de Origen que señala que el arroz exportado es 100% ecuatoriano.
«Como una muestra de la transparencia de las negociaciones Ecuador envió a Colombia el listado de 6 empresas exportadoras y a 18 empresas importadores colombianos con un total de 44.200 toneladas para que se autorice la emisión de los respectivos certificados fitosanitarios», señaló el Ministerio, tras acotar que existe entre los dos países el compromiso de que el comercio bilateral en todos los productos agropecuarios sea de total transparencia y para eso se fortalecerán los controles en frontera.
A partir del 4 de diciembre el producto ya empezó a salir al vecino país. Mañana iniciaría la exportación vía marítima de entre 5.000 y 6.000 toneladas de la gramínea, dijo Alexandra Peralta, viceministra de Desarrollo Productivo Agropecuario, tras acotar para la siguiente etapa, que inicia del 1 de enero al 31 de junio de 2019, se contará con una Asociación de Arroceros Exportadores, que la formarían productores, exportadores, piladores e industrias.
A pedido de Colombia, el contingente se exportará 90% marítimo y 10% terrestre; el cupo se asignará en el orden cronológico de presentación y aceptación de la declaración de importación; la Ventanilla Única de Comercio Exterior (VUCE) se encargará de administrar el ingreso de arroz vía terrestre.
En la página de la DIAN (www.dian.gov.co) se publicará la utilización del cupo administrado mediante el mecanismo “primer llegado, primer servido”. A través de la VUCE se publicará la cantidad de cupo para el cual se hayan solicitado y aprobado vistos buenos, así como aquella pendiente de solicitud de vistos buenos.
Fuente: El Telégrafo – nota original: LINK