El público manifestó su descontento en redes sociales por los 90 minutos de atraso en el inicio del show y, además, por el comportamiento extraño del «Sol de México».
Según evidenciaron las grabaciones, el artista tarareó varias de sus canciones, gritó en exceso e incluso hubo oportunidades en que parecía no conocer la letra.
Los asistentes especularon respecto a un posible estado de ebriedad de Luis Miguel, ya que sus constantes vaivenes en el escenario parecían no ser normales.
Decenas de ellos solicitaron el reembolso de sus tickets por su show «incompleto y decepcionante».