En París, cientos de mujeres se reunieron en la plaza de la Bastilla para marchar hacia la de la República y hacia la plaza de la Ópera, donde a primera hora de la tarde se mantenía un fuerte dispositivo de seguridad, con más de una decena de furgones policiales.
También hubo marchas similares en Toulouse (sur de Francia) con unas 300 participantes, Caen (norte), Saint Nazaire o La Rochelle, en el oeste.
Algunas mujeres iban acompañadas de niños para mostrar así que entre las razones de su protesta está la inquietud ante el futuro.
Además, insistieron en desmentir la idea de violencia que se ha asociado a los «chalecos amarillos».
Ayer, en el octavo sábado consecutivo de movilización, este movimiento sacó a la calle a 50.000 personas en toda Francia, según el Ministerio del Interior, y se registraron altercados en ciudades como París, Burdeos (suroeste), Toulouse o Ruán (norte).
En la capital francesa, donde hubo 3.500 manifestantes según las fuerzas del orden, la Prefectura de Policía y la Fiscalía indicaron que se llevaron a cabo 35 detenciones por destrozos y ataques a los agentes, mientras que en decenas de otras ciudades se practicaron decenas de arrestos.
Entre que las imágenes que más circulan hoy y que han provocado reacciones está la escena de los golpes que un antiguo boxeador profesional que iba con otros «chalecos amarillos» propinó a un gendarme antidisturbios en uno de los principales puntos de enfrentamiento, la pasarela Léopold Sédar Senghor, sobre el río Sena.
En un comunicado, la Federación Francesa de Boxeo condenó «con la mayor firmeza» la actuación del agresor, quien fue rápidamente identificado aunque no arrestado, pues esos comportamientos «son totalmente contrarios a los valores de nuestra disciplina».
También varios miembros del Gobierno reiteraron hoy sus condenas por la violencia de la víspera.
Así, el ministro francés de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, aseguró, en una entrevista a Europe 1 y CNews, que «esos actos no llevarán a ninguna parte».
Le Maire reiteró sus estimaciones de que las protestas de los «chalecos amarillos» costarán a la economía francesa una décima de crecimiento en el cuarto trimestre, aunque también mantuvo sus previsiones de un incremento del producto interior bruto del 1,7 % para 2019, dos décimas por encima de lo calculado por el Banco de Francia y el Instituto Nacional de Estadística (INSEE).
Más allá de las manifestaciones, los «chalecos amarillos» volvieron a organizar hoy bloqueos en varios puntos de la red vial, como en la autopista A9 que va de la frontera española con Cataluña al eje del Ródano.
Según la página internet del Centro Nacional de Información Vial (Bison Futé), había problemas en esa autopista al norte de Perpiñán, a la altura de Béziers o el sur de Montpellier.
Fuente: EFE, aliado estratégico de FM MUNDO