En una sesión enconada y tensa, que inaugura un tiempo de cohabitación en el país que se prevé complicado, Ramos Allup, se juramentó a sí mismo como presidente del parlamento antes de afirmar que en seis meses el nuevo Legislativo decidirá la «salida constitucional, democrática, pacífica y electoral para la cesación de este Gobierno».
Las opciones para ello, recordó Ramos Allup, serían la convocatoria de un referendo revocatorio del mandato presidencial -que puede activarse cuando Maduro cumpla en julio la mitad de su gestión-, la enmienda constitucional, la renuncia voluntaria del gobernante o el establecimiento de una Asamblea Constituyente.
El nuevo presidente del Legislativo, uno de los más acérrimos opositores a Maduro, recalcó que los diputados no tienen entre sus atribuciones aprobar el balance anual de la gestión presidencial, pero advirtió de que sí pueden censurar la de los ministros e instó a los diputados a pedirles cuentas.
Ramos Allup recalcó que la aprobación de una ley de amnistía para los opositores presos será también un compromiso «no transable» de la recién estrenada cámara.
El nuevo Parlamento de mayoría opositora, inédito en el chavismo desde que se creó la Asamblea Nacional (AN) en 2000, arrancó con la incógnita de si la oposición controlará finalmente los dos tercios de la cámara (112 diputados), lo que le permitiría acometer más fácilmente esos y otros cambios de calado en el país.
Aunque la oposición consiguió 112 diputados en las elecciones del pasado 6 de diciembre, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) ordenó el 30 de diciembre suspender cautelarmente la proclamación de los cuatro diputados elegidos por el estado Amazonas (tres opositores y un chavista) tras un recurso del chavismo por un supuesto fraude en las votaciones.
Los dirigentes opositores habían asegurado que no acatarían la decisión del Supremo y los tres diputados opositores suspendidos acudieron hoy a la constitución de la Asamblea, aunque el diputado chavista integrante de la comisión temporal para la revisión de credenciales indicó que estas no se les habían concedido.
En la sesión de hoy la oposición desistió de hacer un «casus belli» de la decisión del Tribunal Supremo pero no se descarta que pueda hacerlo en un futuro próximo o incluso este miércoles, cuando Ramos Allup convocó a una nueva sesión extraordinaria de la Cámara.
La Asamblea quedó pues constituida por el momento con 109 diputados opositores y 54 chavistas a la espera de la decisión final del Tribunal Supremo sobre las impugnaciones o de que se repitan las elecciones en Amazonas.
Como un símbolo de la nueva época iniciada hoy, antes de que comenzara el pleno se retiraron del hemiciclo las grandes imágenes del prócer independentista Simón Bolívar y de fallecido presidente Hugo Chávez, que ocupaban hasta ahora un lugar destacado en la sala.
A la sesión acudieron como invitadas Lilian Tintori, Mitzy Capriles y Patricia Gutiérrez, esposas de los dirigentes opositores presos Leopoldo López, Antonio Ledezma y Daniel Ceballos, además de alcaldes y gobernadores de la oposición como el dos veces candidato presidencial Henrique Capriles.
También ocupó un lugar en la tribuna de invitados por la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) el expresidente colombiano Andrés Pastrana, lo que fue calificado de «indignante» por un parlamentario chavista.
La primera dama de Venezuela y también diputada electa, Cilia Flores, acudió acompañada por el presidente saliente de la AN, Diosdado Cabello, quien aseguró antes de entrar al hemiciclo que la bancada chavista está preparada para cumplir de manera «estricta» la Constitución y el reglamento interno y de debate del Parlamento.
Cabello abandonó posteriormente la sesión junto al resto de 54 diputados chavistas al considerar que Ramos Allup incurrió en una «violación flagrante» del reglamento del parlamento al conceder la palabra al diputado opositor Julio Borges del partido Primero Justicia (PJ) cuando la sesión era de instalación y «no estaba previsto ningún derecho de palabra adicional».
La concesión de la palabra al diputado de Primero Justicia provocó un fuerte rifirafe, con varios parlamentarios chavistas que se acercaron a Ramos Allup para protestar y rodearon a Borges mientras este intentaba hablar.
Tras abandonar la sesión, algunos de los representantes oficialistas realizaron intervenciones improvisadas en plena calle ante sus seguidores, entre ellas Cilia Flores, quien aseguró que el chavismo había «ganado el primer round» en el Parlamento al «lograr que se acatara la decisión del Supremo».
Las calles que rodean a la Asamblea Nacional de Venezuela en el oeste de Caracas fueron tomadas hoy por cientos de simpatizantes de la oposición y del chavismo, que, a un lado y otro del Parlamento, coreaban consignas de apoyo.