El Gobierno de Ecuador, en una ceremonia especial celebrada este lunes 11 de febrero en la sede de su Cancillería, en Quito, reconoció el gran esfuerzo por la conservación de este complejo insular ubicado a unos mil kilómetros al oeste de las costas continentales del país. Y es justamente esa lejanía, junto con políticas especiales, la que le ha permitido mantenerse como uno de los pocos espacios prístinos del planeta.
El canciller José Valencia recordó que hace cerca de sesenta años el Gobierno ecuatoriano decidió generar el área protegida y dar paso a la creación del Parque Nacional Galápagos (PNG) para proteger el archipiélago, con la ayuda de la Fundación Científica «Charles Darwin».
«La Cancillería reitera el apoyo del Estado ecuatoriano al trabajo que realiza la Fundación Charles Darwin y, por supuesto, el Parque Nacional Galápagos«, recalcó Valencia al destacar el valor que tienen las islas para la humanidad entera y que el próximo 4 de julio conmemorarán las seis décadas como reserva protegida. Visitar las también llamadas Islas Encantadas «es como hacer un viaje a los primeros días de la creación, y encontrar allí a sus más primigenios habitantes, las especies únicas de la fauna y de la flora» que parecen «vivir como si todos los días fuesen de guardar, permanentes», afirmó Valencia.
Por eso, es una tarea de todos la protección de este frágil ecosistema que los ecuatorianos conservan para toda la humanidad, porque ya es «una heredad del mundo», apuntó el canciller al recordar que el año pasado las Galápagos celebraron los cuarenta años de haber sido declaradas por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad. De su lado, Jorge Carrión, director del PNG, aseguró que este es uno de los archipiélagos mejor conservados del mundo, aunque reconoció que ahora afronta enormes desafíos.
Recordó que «el 95 por ciento de la biodiversidad original de las islas al día de hoy se encuentra bien conservado», y que ese 5 por ciento de impacto sufrió daños durante siglos, incluso antes de ser declarado este espacio como un área protegida. También destacó la recogida de basura de las playas de las Galápagos y aseguró que el año pasado se recogieron más de 22 toneladas de desechos, la mayor parte de ellos de plásticos.
De su lado, María José Barragán, directora de Ciencias de la Fundación «Charles Darwin», destacó el aporte de esa entidad científica y llamó a las autoridades ecuatorianas a buscar un «modelo de desarrollo» para Galápagos, que haga frente a problemas como un desordenado turismo y la convivencia de la biodiversidad con la población que habita las islas.
Lo que se persigue es que Galápagos sea un «ejemplo a escala global de sostenibilidad» y que proteja ese «capital natural único» que posee, afirmó Barragán. El archipiélago de Galápagos, formado por trece islas grandes, seis menores y 42 islotes, está situado unos mil kilómetros al oeste de las costas continentales de Ecuador y gracias a su rica biodiversidad es considerado un laboratorio natural que permitió al científico inglés Charles Darwin desarrollar su teoría sobre la evolución y selección natural de las especies.
Fuente: El Telégrafo – Nota Original: LINK