El soldado, con rango de cabo segundo e identificado como Wilson David Ilaquiche Gavilánez, fue encontrado en la morgue de la ciudad colombiana de Tumaco el lunes 4 de marzo, tras casi 10 meses desaparecido.
El Ejército ecuatoriano aseguró en un comunicado que mantiene el apoyo a los familiares del cabo segundo, cuyos restos mortales llegaron el jueves 7 de marzo a la ciudad costera de Guayaquil (sudoeste) a bordo de un avión militar. De allí iban a ser trasladados a su natal Valencia (Los Rïos).
La Institución aclaró, a su vez, que la desaparición de Ilaquiche se produjo el 12 de mayo de 2018 cuando el cabo, en compañía de otros tres soldados, abandonó «sin permiso» el destacamento de Tobar Donoso para dirigirse a un poblado aledaño, momento desde el cual se le perdió la pista.
«Esta acción fue un error que puso en riesgo no solo la integridad de los cuatro militares, sino la seguridad del personal del Destacamento que fue empleado en la operación de su búsqueda y rescate, lo cual implicó que, tras un proceso administrativo disciplinario, los tres militares que lo acompañaron hayan sido separados del Ejército», puntualizó.
Entre las medidas que se llevaron a cabo, agregó la nota, estuvo la denuncia ante la Fiscalía de la desaparición y la búsqueda del cabo Ilaquiche desde el día siguiente a los hechos. Asimismo, se aseguraron las facilidades a los familiares para el traslado, alojamiento y movilización durante el desarrollo de las diligencias de investigación iniciales, así como en los trámites legales de repatriación del cuerpo en las ciudades colombianas de Tumaco y Pasto.
La investigación estuvo a cargo de la Fiscalía y contó con el apoyo de la Agregaduría Militar de Ecuador en Colombia y la Embajada en el país, así como de la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestros (Dinased). Igualmente, el Ejército destacó que se mantuvieron «reuniones» con los familiares del soldado para comunicarles «sobre las acciones desarrolladas en apoyo a la Fiscalía».
Asimismo, mientras Ilaquiche continuaba desaparecido, sus familiares directos «recibieron los emolumentos que le corresponden al militar en servicio activo».
La Institución recordó que todo el personal militar que ingresa a cumplir el servicio en un destacamento recibe «una inducción previa sobre normas de seguridad y comportamiento que debe observar estrictamente, como los riesgos a considerar durante su permanencia en el mismo».
Fuente: El Telégrafo- Nota original: LINK