Lo que tenían los intrigaba, pero esperaron con algo de ansiedad el envío del disco duro de O’Riordan desde su casa en Nueva York (Estados Unidos) y pronto sintieron alivio.
Su voz urgente y poderosa estaba en todas las canciones rudimentarias que no llegó a enviarles por correo electrónico.
«Sencillamente fue como ganarse la lotería”, dijo Noel Hogan, guitarrista principal y coescritor de la banda.
«Y eso era todo. Teníamos las canciones».