El narcotraficante más buscado del mundo hasta su recaptura del viernes pasado, ha obtenido varios amparos mientras estaba preso e incluso cuando estaba prófugo, pero todos han sido revocados.
En el momento de su captura «no tenía ningún amparo vivo», comentó una fuente del Consejo de la Judicatura.
Pero el 8 de enero, el día de su recaptura, tras una incursión militar en una casa de Los Mochis, Sinaloa (noroeste), un juez le concedió dos amparos, uno de ellos explícitamente para suspender el proceso de extradición a Estados Unidos.
El amparo es contra cualquier intención jurídica de «sacar al quejoso del país, deportado y extraditándolo a los Estados Unidos de América», de acuerdo con el reporte público del Juzgado Noveno de Distrito de Amparo en Materia Penal al Consejo de la Judicatura.
El proceso para analizar y ratificar o desechar los amparos, concedidos la inmensa mayoría de las veces por ser tan genéricos, suele demorarse apenas unos días.
«Es un proceso normal porque después de esta suspensión, (un juez) puede dar una suspensión definitiva o puede decir que no hay facultades» para hacerlo, dijo una fuente del gobierno federal. «Es un procedimiento normal», insistió ese funcionario.
José Manuel Merino Madrid, director de Asuntos Internacionales de la Procuraduría General de la República (fiscalía), comentó a Radio Fórmula que la extradición, un proceso que inició formalmente el domingo, podría demorar un año.
‘El Chapo’ fue recapturado el viernes por segunda vez a raíz de una incursión militar en una casa de Los Mochis, de su natal Sonora (noroeste).
Guzmán se fugó el 11 de julio pasado por un túnel de 1,5 km cavado en el piso de la regadera de su celda del penal de máxima seguridad El Altiplano (Estado de México, centro).