Según señaló en rueda de prensa la viceportavoz de este departamento, Sawsan Chebli, siete alemanes continúan hospitalizados en la capital turca, cinco de ellos en cuidados intensivos.
Las víctimas formaban parte de un grupo de 33 turistas alemanes junto al que activó sus explosivos el terrorista suicida, identificado por las autoridades turcas como un miembro del Estado Islámico.
Desde Estambul, el ministro alemán de Interior, Thomas de Maizière, señaló que no hay en estos momentos ninguna información que indique que se trataba de un atentado dirigido expresamente contra los alemanes.
El atentado se produjo en la explanada de Sultanahmet, el corazón turístico de la ciudad, que comunica la Mezquita Azul con la basílica de Santa Sofía, el palacio de Topkapi y el aljibe bizantino.
Entrevistado en la primera cadena de la televisión pública alemana, el ministro de Justicia, Heiko Maas, señaló hoy que el nivel de alerta en el país no ha variado tras el atentado y recordó que, aunque no haya información sobre posibles objetivos concretos, «Alemania es objetivo del terrorismo».
Las víctimas alemanas se encontraban en Estambul con la agencia Lebenslust Touristik dentro un viaje por tres países diferentes y procedían de diversos estados federados, donde se suceden las condenas al ataque.