La joven estrella del pop bajó del escenario en varias ocasiones para estar más cerca y tocar a sus fans, que siempre agradecen este tipo de actitudes para poder saludar fugazmente a los músicos.
Fue al regresar al escenario cuando Eilish se dio cuenta de que había perdido uno de sus anillos.
«¡Alguien me ha robado el maldito anillo!», dijo a la multitud entre desconcertada y enfadada.
«Supongo que es mi culpa. Quédate esa mierda. Cuida esa mierda», añadió, ya más molesta y provocando cierta perplejidad entre un público que no esperaba este cambio de signo de la actuación.