Con cifras alentadoras cerró la Dinapen el año pasado. Entre las metas logradas se encuentran las intervenciones realizadas en varias fiestas clandestinas, que dejaron un total de 500 adolescentes recuperados, indicó el capitán Carlos Fuel, jefe de esta Unidad en la capital de los azuayos.
“Es común encontrar sustancias sujetas a fiscalización e incluso armas blancas, además de alcohol”, mencionó Fuel. Añadió que gracias a estas actividades se evita que los adolescentes asistan a las conocidas “caídas” y que sean víctimas del consumo de licor, sustancias ilícitas y que sufran diferentes agresiones o daños a su integridad física y psicológica.
Centros de diversión como bares, clubes nocturnos, cantinas y karaokes también fueron clausurados por permitir el ingreso de menores de edad y por expender bebidas alcohólicas a los mismos.
Otra de las estadísticas relevantes que mencionó el comandante de la Unidad en territorio fue que del cien por ciento de las denuncias presentadas por desaparición de menores, el 98 % de casos han sido resueltos satisfactoriamente.
Los más de 20 operativos al interior y exterior de las unidades educativas formaron parte importante de las actividades del año pasado, es así que a través de esta estrategia se logró retirar a personas sospechosas e incluso se encontró navajas y cuchillos abandonados por los sectores de varios colegios; además de levantar evidencias como pequeñas dosis de droga en un algunos establecimientos.
Una de las cifras más satisfactorias, según señaló Fuel, es la capacitación a más de 10 mil padres, niños, niñas y maestros en cuanto a la prevención de delitos y cómo actuar ante estos sucesos.
Aseguró que para el 2016 se han trazado metas más grandes y que con el apoyo ciudadano y de las autoridades de control como Fiscalía, se fortalecerá el trabajo no solo de esta Unidad, sino de toda la Policía Nacional.