Según la influencer Shallon Lester, el culpable por el aumento de peso de la artista en los últimos años fue su expareja.
La autora ha asegurado que, de acuerdo con fuentes, con tal de mantener a Rihanna bajo control, el empresario la alimentaba demasiado, haciéndola subir de 56 kilogramos a 90 rápidamente.
Un informante señala que la ganadora del Grammy era alimentada a fuerza para que él la pudiera ‘controlar mejor’.
“Él le dejaba a propósito sus bocadillos favoritos… en el jet y en el yate, para que Riri no tuviera más remedio que comer en exceso.”, declara Lester.