2016 se avisora como un año difícil para el banano ecuatoriano. Esto debido a que Rusia, que compra a Ecuador el 95% del banano que consume, atraviesa una época dura por la rápida devaluación del rublo y una menor capacidad de compra. Aún con esta situación, Rusia sigue siendo el primer cliente por país, adquiriendo el 23% de la producción. Eduardo Ledesma, director ejecutivo de la Asociación de Exportadores de Banano del Ecuador (Aebe), explicó a la agencia internacional de noticias AFP, que «Rusia se ha demorado en pagar, pero hasta ahora siempre ha pagado, es un gran comprador; hay que mantenerlo y fomentarlo».
Según la Aebe, hasta septiembre de 2015, los habitantes de ese país compraron un 2,6% menos cajas de banano que en el mismo periodo del año anterior. Hasta hace poco tiempo, Ecuador era líder absoluto en el mercado bananero, sin embargo, la demora en la firma de un acuerdo comercial supuso el pago de un arancel lo que le resto competencia frente a Colombia y Centroamérica, los cuales ya mantienen un pacto con la Unión Europea. Por ello, Ledesma explicó que «eso nos va a hacer perder todavía un poco más la cuota de mercado europeo este año».
Consultado también por AFP, el economista Alberto Acosta Burneo explicó que asimismo otros productos han sentido el golpe de la economía. Acosta señaló que «a otros productos ecuatorianos de exportación, como el camarón o las flores, les afecta la apreciación del dólar y la debilidad de Rusia. Pero al banano le afecta además la demora con la UE, porque no está dentro del sistema de preferencias arancelarias y tiene que pagar más que sus competidores para ingresar a ese mercado».
Pero el ámbito comercial no es lo único que preocupa a productores y exportadores. El fenómeno de El Niño podría agravar la situación, debido a las fuertes lluvias en las zonas de cultivo de banano. Según la Aebe, en un escenario extremo, la producción de la fruta podría verse afectada en un 20% o 30%.
No obstante, Ledesma, de la Aebe, comentó que existe confianza en que con la firma de nuevos acuerdos con países como Turquía o Corea del Sur se expanda el negocio y se pueda mantener como mínimo ventas al exterior similares a las actuales, es decir, de unos 320 millones de cajas al año.