El portavoz del Pentágono, Peter Cook, dijo que «ha habido fuerzas estadounidense en Libia intentando establecer contacto con fuerzas (locales) sobre el terreno», unas «conversaciones» que aún continúan.
No obstante, el portavoz negó que Estados Unidos esté considerando el despliegue de tropas para poner orden en el caos en el que se ha convertido Libia, con varias facciones rebeldes luchando por el poder, y el EI medrando en ese descontrol a las puertas de Europa.
El Departamento de Defensa dijo que aún es muy temprano para determinar si se podrá formar una coalición militar contra el EI dentro de Libia.
Según el diario The New York Times, la administración del presidente Barack Obama estaría estudiando una posible intervención relámpago en Libia como parte de su ofensiva global contra el EI, que tiene en Irak y Siria sus principales frentes.
La inteligencia estadounidense cree que el EI ha amasado una fuerza de unos 3.000 combatientes en Libia.
Desde las últimas elecciones, el poder está dividido entre Tobruk y Trípoli, gobiernos a los que apoyan distintos grupos islamistas, señores de la guerra, líderes tribales y contrabandistas de armas, petróleo, personas y drogas.
Además, en la rueda de prensa de hoy, Cook anunció que el general John Campbell, desde agosto de 2014 responsable de la misión estadounidense en Afganistán, será reemplazado por el teniente general John «Mick» Nicholson,
Nicholson, un veterano de Afganistán, pasará a ser el principal responsable en Kabul de los cerca de 10.000 soldados estadounidenses en el país centroasiático, que está viendo el resurgir del poder talibán.