En enero de 2020, Alejandro Sanz eliminó todo rastro de Perera de sus empresas, donde ella ha ostentado diversos cargos durante años. El músico dio el paso definitivo y pedía formalmente el divorcio.
No obstante, Perera le exigió a un juez de Miami que congele las cuentas del cantante, por miedo a que “dilapide” su patrimonio y no quede nada para sus hijos, tal y como puede leerse en la demanda interpuesta en los juzgados de Florida. Y por ahora, se ha salido en parte con la suya, según publicó el diario español El País. En abril, Sanz presentó una demanda de divorcio en los juzgados de Pozuelo de Alarcón, en Madrid.