Entre mayo y julio de este año se registraron seis homicidios en San Lorenzo, entre ellos dos funcionarios públicos: Nixon Mina, funcionario judicial de 44 años, asesinado cuando regresaba a la parroquia rural de Carondelet, y Óscar Luque, comisario municipal de 46 años, baleado por dos sujetos en la puerta de su casa. Por este último caso hay tres detenidos en investigación.
Otras tres muertes violentas sucedieron el 8 de este mes, una en el barrio Santa Rosa y dos en el barrio 12 de Octubre, zonas urbanas de San Lorenzo del Pailón, según un informe.
Moradores de estos sectores no dan información sobre los asesinatos, porque temen represalias. Tampoco permiten el levantamiento de los cuerpos. “Los familiares se llevan el cadáver e impiden la intervención policial”, dijo una vecina.
Alain Luna, comandante de la Zona 1 de la Policía, aseguró que “mientras no haya la presencia física de los cuerpos y las denuncias, ¿cómo se puede aseverar que fueron asesinados?”. Agregó que este cantón, San Lorenzo del Pailón, mantiene “los mejores índices antidelincuenciales”, según los informes de productividad de la Subzona 8 de Esmeraldas.
Una versión similar tiene la Fiscalía de ese cantón, en donde se siguen las investigaciones de algunos de estos casos.
No hay cifras actuales sobre los delitos en las páginas web de la Policía y Fiscalía. Las últimas cifras, con fuente de la Dirección de Estadísticas de la Fiscalía, registran en Esmeraldas una disminución de homicidios de 72 a 48, entre enero y octubre de 2018 y el mismo periodo de 2019.
Los informes de productividad de la Policía no convencen al alcalde Gleen Arroyo, quien anunció que realizará una nueva marcha por la paz “para evitar derramamiento de sangre en las calles”.
Con el plagio de Valencia, el Concejo municipal aprobó esta semana una ordenanza de protección y seguridad ciudadana que propone, según el concejal Lenín Caicedo, una integración más efectiva de Fuerzas Armadas, Policía, autoridades de gobierno local y parroquial.
Nota Original: El Universo – LINK