Ocho años después de que Ecuador se adhirió a la Convención del Mar (Convemar), el canciller Luis Gallegos y los titulares de estas instituciones militares coinciden en que Ecuador puede tener más de dos años de plazo para entregar los estudios al Comité de Límites de la Plataforma Continental de las Naciones Unidas a fin de extenderla, siempre que asegure la fecha para entregar los estudios finales.
Así, el plazo preliminar culminaría en el 2022, pero el final podría culminar hasta el 2026, de acuerdo con las proyecciones de estas entidades que señalan que el único buque existente para hacer este tipo de trabajo, denominado Orión, ya tiene cuarenta años y es necesario remplazarlo con uno nuevo que costaría entre $70 millones y $80 millones.
El capitán de Corbeta, Giorgio de la Torre, del Inocar, sostiene que, al momento, el nuevo buque no tiene financiamiento, pero si se decide comprar esta decisión se la debe tomar de inmediato, para que se presente una ampliación definitiva del plazo del 2022 al 2026, ante el Comité.
En el webinar la Convemar y la soberanía de los recursos vivos en los espacios marítimos jurisdiccionales, De la Torre asegura que la posibilidad de alquilar en lugar de comprar un buque no es favorable para los intereses del país, pues el alquiler por alrededor de 600 días representaría unos $47 millones, más del 50 % del costo de un buque nuevo, que podría tener una vida útil de 25 años y servir para la investigación marina y también en la Antártida, durante todo este tiempo.
Sobre el tema, el canciller Gallegos dijo que hay que buscar alternativas para el buque, como el alquiler o cooperación de otros países, “pero hay que ser soberanos y tan pronto se pueda recuperar la economía (…) tengamos la posibilidad de comprar los elementos necesarios de la Armada”.
Pero, ¿cuál es la importancia de los recursos que existen en el fondo marino? Según una ficha informativa del Inocar sobre el proyecto de ampliación de la plataforma continental Sutpla, del 2019, allí existirían recursos minerales e hidrocarburíferos de alto valor, como ferromanganeso, petróleo, gas, cobre, níquel y otros.
“Ecuador, al extender su soberanía, podrá disponer de una mayor cantidad de recursos naturales no renovables, lo que permitirá tener una mayor potencialidad para el desarrollo de industrias mineras y petroleras”, señala el informe.
Actualmente, los avances en los estudios de ampliación de la plataforma continúan, en diferentes porcentajes, en las tres cordilleras que se extienden desde las Galápagos: Carnegie, Coco y Colón.
La de Carnegie, con una extensión de 107 000 km² y que une a las islas con el continente, presenta un avance del 76 % en los estudios y a finales de año se completaría el 100 %, según el ministro de Defensa, Oswaldo Jarrín.
La del Coco, con una extensión de 130 000 km ² y que une a las Galápagos con la cordillera del Coco en Costa Rica, tiene completos los trabajos batimétricos y los dos países realizarían una presentación conjunta a finales de año. Para la de Colón y del Coco este, con una extensión de 29 300 km² y al nororiente de Galápagos, están previstos cruceros batimétricos entre el 2021 y el 2022.
Este tema es uno de los puntos de la resolución aprobada por el pleno de la Asamblea Nacional, el 4 de agosto, para condenar la pesca no sostenible, ilegal, no declarada y no reglamentada realizada por la flota extranjera entre las dos ZZE de Ecuador.
Sobre el tema, Fernando Flores, presidente de la Comisión de Soberanía y Relaciones Internacionales, considera que el gobierno de Lenín Moreno ha sido “inoperante” en este tema, porque somos parte de la Convemar desde el 2012.
Y agrega que el buque oceanográfico realiza un barrido en el mar para obtener información y así proteger esos recursos.
Nota Original: El Universo – LINK