Las consignas de las barras políticas se escuchaban en los alrededores de las distintas delegaciones electorales del país, como las ubicadas en Quito y Guayaquil. Al ingreso, una gran cantidad de militantes aplaudían, silbaban e izaban banderas. Era un desfile de "viva el candidato".

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Créditos: CNE

Hoy, esas escenas ya no ocurren por la pandemia del COVID-19. Las barras no están permitidas en el interior de las delegaciones para la aceptación de candidaturas. Deben permanecer en los exteriores.

Ahora los precandidatos ingresan con mascarilla y a una distancia considerable entre sí. Ya no en grandes cantidades. Y hay nuevas rutinas.

En Guayas, por ejemplo, personal de la delegación toma la temperatura y coloca alcohol a cada uno de los asistentes, aunque esta última medida de bioseguridad no se realizó ayer. Según John Gamboa, director de la Delegación Electoral, se trató de un «un inconveniente que se debe corregir».

A pocos metros de pasar este control hay varias vallas rojas que dirigen a tres caminos. El primero, hacia las oficinas donde se realizan capacitaciones a partidos políticos sobre el uso y manejo del sistema de inscripción de candidatos. El segundo, al espacio de la aceptación de candidaturas; y el tercero, a los trámites generales.

Al menos cuatro filas de vallas rojas dividen tres caminos al interior de la Delegación Electoral.

Los precandidatos se dirigen por el camino central para realizar la aceptación de candidaturas. Esto es en la parte exterior del edificio, donde comúnmente se hace el reconteo de votos, y no en el auditorio, sitio que permanece con las luces apagadas. Antes sus gradas estaban llenas de militantes.

Ayer, 11 de 40 precandidatos a asambleístas provinciales por el movimiento Fuerza Ecuador aceptaron su candidatura. Eran cinco principales y seis suplentes. Algunos del distrito 1, 2 y 3. Ninguno del distrito 4.

Guillermo Pulley aceptó como candidato principal del distrito 3 junto a su suplente Lilia Rodríguez.

Se sentaron en una de las 40 sillas divididas en diez asientos por cuatro filas. Cada silla representaba un distrito. Los asientos estaban separados marcando el distanciamiento social.

40 sillas en cuatro filas representan a cada distrito del Guayas. Cada una representa un principal y suplente.

En orden, el personal de la delegación llamaba a los precandidatos para firmar su aceptación. Una vez realizado este proceso, se retiran.

Su salida, al igual que el ingreso, es silenciosa. Ya no hay la algarabía ni las múltiples fotografías. Ni tampoco el vota por tal lista y candidato.

En esta ocasión no hubo el típico discurso de agradecimiento ni los abrazos. Sin embargo, otras organizaciones políticas sí han dado discursos de apoyo y felicitaciones como sucedió la semana anterior con SUMA y Centro Democrático.

De acuerdo con Gamboa, este proceso no dura más de 30 minutos e incluso llega a ser menos de 15 cuando los precandidatos acuden de a poco, como ocurrió con Fuerza Ecuador.

Asegura que no se han presentado problemas, pero sí en otras provincias: «Tengo entendido que en otras provincias sí hay candidatos que no pueden firmar porque están con COVID-19 o porque están renunciando, pero en Guayas no hemos tenido inconvenientes».

Gamboa considera que la actual aceptación de candidaturas es más ordenada que procesos electorales anteriores. «Teníamos gente que entraba sin papel, con tal de entrar para poderles dar el tiempo que se registren y este proceso es diferente porque ya se hicieron las elecciones primarias, ya está la lista de candidatos que tienen que firmar», explica.

Nota Original: El Universo – LINK