Los rescatados se encuentran en buen estado físico y psicológico, pero fueron hospitalizados para someterse a revisiones médicas, según la cadena de televisión oficial CCTV.
Un total de 29 personas trabajaban en la mina del condado de Pingyi de la provincia de Shandong (este de China) en el momento del accidente.
De ellas, una fue declarada muerta, trece siguen desaparecidas y 15 fueron rescatados o lograron salir, incluidos los cuatro de hoy.
Las autoridades locales anunciaron poco después de concluir el rescate que las labores de búsqueda de los trece desaparecidos van a continuar, aunque precisaron que su actividad se centrará en la superficie debido a las inundaciones que hay bajo tierra.
Los equipos de salvamento consiguieron sacar a los mineros atrapados gracias a que perforaron un túnel de 220 metros de profundidad.
En los días posteriores al derrumbe, los equipos de rescate cavaron pequeños agujeros y consiguieron localizar a cuatro atrapados, según la agencia oficial Xinhua.
A través de esos agujeros les hicieron llegar también agua, comida y ropa que les han permitido seguir con vida.
En el operativo de rescate participaron hoy alrededor de 400 personas, entre bomberos, militares y especialistas en este tipo de intervenciones, algunos de ellos internacionales.
El colapso de la mina fue de tal magnitud que generó un temblor equivalente al de un terremoto de 4 grados en la escala de Richter que fue detectado por el Centro de Redes de Terremotos de China.
Los medios de comunicación chinos publicaron numerosas fotografías en las que se observaban grandes grietas en campos de cultivo y carretera provocadas por el hundimiento de la mina.
El presidente de la empresa Yurong, propietaria de la instalación, se suicidó 48 horas después del incidente, el pasado 27 de diciembre.
Unos días más tarde, cuatro altos cargos del condado de Pingyi fueron destituidos acusados de una serie de «incidentes de seguridad laboral» vinculados con el derrumbe.
Todos los proyectos mineros de la zona dedicados a la extracción de minerales diferentes del carbón han sido detenidos temporalmente, afirmaron hoy las autoridades locales citadas por CCTV.
Los 36 días en que los mineros chinos estuvieron atrapados bajo tierra son un poco habitual caso de supervivencia pero los rescates de otros derrumbes han sido incluso más prolongados, como el de los 33 trabajadores de una mina chilena que quedaron sepultados durante 70 días entre el 5 de agosto y el 13 de octubre de 2010.