Así lo reportan algunos medios de comunicación italianos que explican que el primer ministro estudiará los datos de los contagios de la próximas 72 horas para tomar una decisión.
Conte no sería muy proclive al toque de queda, pero analiza la posibilidad de unificar las medidas restrictivas que se han tomado en Lombardia y Campania a todo el territorio nacional y además también se cerrarían gimnasios y piscinas, y los fines de semana los grandes centros comerciales.
Aunque el problema es que los socios en el Gobierno, el Partido Demócrata (PD) y el Movimiento 5 Estrellas (M5S) se muestran en desacuerdo sobre los horarios de toque de queda con los progresistas que prefieren una línea más dura y un cierre a partir de las 22.00 horas.
También el Piamonte, cuya capital es Turín, decidió limitar las clases presenciales al 50 % para los estudiantes de los institutos, para intentar descongestionar los transportes públicos, y ordenó el cierre de los centros comerciales los fines de semana.
Algunos alcaldes ya han puesto en marcha la petición del Gobierno de cerrar las áreas de ocio nocturno para evitar aglomeraciones, sobre todo de los jóvenes, y el regidor de Génova, Marco Bucci, restringió el movimiento en cuatro zonas de la ciudad desde la 21:00 a las 06:00 de la mañana».
En estas zonas «solo podrás circular si te diriges a un establecimiento comercial específico, un restaurante o un bar con mesas», especificó Bucci.
Italia registró este martes 10.874 nuevos contagios en 24 horas y 89 fallecidos y preocupa el aumento de los hospitalizados, que ya son 8.454 en todo el país y 870 ingresados en las unidades de cuidados intensivos.
El ministro de Sanidad, Roberto Speranza, advirtió del momento difícil en el que se encuentra el país y pidió a todos los ciudadanos que limiten las salidas innecesarias.
El comisario extraordinario para la emergencia nombrado por el Gobierno, Domenico Arcuri, aseguró en una entrevista en el diario «Corriere della Sera» que en breve las regiones podrán realizar hasta 200.000 pruebas al día, respecto a las 150.000 que se hacen en toda Italia diariamente.
Arcuri explicó que las pruebas serán distribuidas en los diferentes ambulatorios y médicos de familia, pero también en escuelas, puertos y aeropuertos.
Según el comisario, es fundamental «rastrear primero el virus y tratar cada vez más a las personas en casa» para evitar congestionar los hospitales.
Para Arcuri, es fundamental distinguir esta segunda ola del virus de la primera, sobre todo «por una distribución más homogénea de las infecciones en el territorio y luego por el origen» pues en la primera «el virus circulaba en hospitales y en residencias de ancianos y hoy el 80 % de las infecciones se producen en casa».
Nota Original: El Universo – LINK