Los taxistas llegaron en sus carros rojos, algunos con la leyenda «Fuera Uber» pintada en el vehículo, hasta la sede de la Casa Presidencial para exigir al gobierno que bloquee la aplicación de internet utilizada por Uber para la prestación de su servicio.
Los conductores congestionaron varias rotondas capitalinas en su marcha a la sede de la presidencia, en la hora matinal de mayor movilización de vehículos.
«Son delegaciones de taxistas de todo el país, la petición principal del movimiento es el cierre de la plataforma de Uber», explico a periodistas Rubén Vargas, Secretario General de la Unión de Taxistas Costarricenses.
El presidente Luis Guillermo Solís reafirmó este lunes en una entrevista con Radio Columbia que «la operacion de Uber es ilegal, y las consecuencias sociales que genera son importantes».
No obstante, aclaró que «no se puede resolver todo a punta de bloqueos. Ese matonismo corporativo es muy molesto».
Por su parte, el ministro de Ciencia y Tecnología, Mauricio Jenkins, descartó la posibilidad de acatar la petición de los conductores de taxis de bloquerar la aplicación de Uber, por ser una medida jurídicamente inviable.
«Eso es censura a la internet, con la cual no estamos de acuerdo», dijo Jenkins, citado por el diario local La Nación.
Uber comenzó a operar el año pasado en Costa Rica, donde entró sin contar con permisos de funcionamiento, como lo ha hecho en otros países donde también provocó enfrentamientos con distintos servicios de transporte.
Los taxistas costarricenses alegan que ellos deben pagar por su licencia de operación y seguros, lo que les impide competir en igualdad de condiciones con Uber.