Según un informe policial, esta organización delictiva, conformada por migrantes venezolanos, pertenecía a la denominada estructura conocida en el mundo del hampa como El Tren de Aragua.
La operación Perseo, en la que participó un equipo interagencial con efectivos de la Unidad Nacional de Inteligencia Transnacional, Sub Zona de Inteligencia y Policía Judicial de Carchi, en coordinación con la Fiscalía General del Estado, logró desbaratar esta agrupación que venía causando zozobra en el sur de la ciudad.
Édgar Maroto, jefe de la Policía Judicial de Carchi, explicó que el modo de operación era el cobro de dinero, sistema conocido en la jerga delincuencial como vacunas, mediante extorsión con amenazas a los conductores de buses interprovinciales que operan en la terminal terrestre.
Eran sometidos quienes atendían en las boleterías y los trabajadores del interior y exterior de este centro de movilidad, donde con base a intimidaciones intentaban lograr el control absoluto de esta infraestructura para el cometimientos de sus delitos.
Los afectados denunciaron que ponían precios altos a los pasajes en los buses y creaban temor y zozobra en la población. Las indagaciones los vinculan con el presunto delito de tráfico ilícito de personas de origen venezolano.
Los investigadores señalan también que facilitaban el ingreso ilegal a territorio ecuatoriano de migrantes a través de pasos no autorizados y trochas para posteriormente trasladarlos hasta Huaquillas en la frontera sur, donde los cruzaban irregularmente hacia el Perú a cambio de dinero.
Las acciones policiales desarrolladas este viernes terminaron con el allanamiento de siete inmuebles en diferentes lugares de la capital carchense y la aprehensión de nueve ciudadanos.
Entre las evidencias constan: cinco kilos de sustancias sujetas a fiscalización (marihuana), ocho sobres de sustancias con marihuana, una funda de color negra con marihuana.
También les retuvieron 13 teléfonos celulares, una tableta, nueve chips de una operadora nacional, 460 dólares, un millón 260 mil pesos colombianos, un cuchillo, documentos y vestuario que utilizaban los detenidos para cometer los ilícitos.
Nota Original: El Universo – LINK