Su gestión la sorteó en medio de una crisis política, de corrupción, de credibilidad institucional y una crisis sanitaria por el COVID-19, que en el ámbito legislativo cobró la vida de un asambleísta, cuatro funcionarios y -a nivel personal- de su madre en momentos en que la pandemia llegó al pico más alto en el país.
Considera que el reto del próximo periodo legislativo, a más de elevar el nivel de aceptación de la Asamblea, es lograr los consensos con base en el diálogo que permitan dar respuestas institucionales frente a las crisis que vendrán.
¿Cómo evalúa estos dos años de gestión?
No han sido años fáciles, pero prevalecieron el diálogo y los acuerdos pese a las dificultades políticas vividas como país. Terminaremos un periodo legislativo que enfrentó problemas de corrupción, fue garante de la democracia en momentos difíciles y en los últimos meses afronta una pandemia.
De la crisis política, sanitaria, la corrupción y la crisis de credibilidad, ¿qué es lo que más le costó?
Cada crisis tuvo su efecto diferenciador, pues en la crisis política de octubre hubo mucha presión de lado y lado; había sectores que buscaban respuestas desde el Gobierno y sectores que buscaban desestabilizar y otro sector importante que hacía llamados a mantener la estabilidad democrática, creo que lo superamos muy bien. En cuanto a la pandemia lo más complicado fue poner a funcionar la Asamblea en un cien por ciento.
¿La corrupción tomó cuerpo en la Asamblea y salpicó a algunos legisladores?
Tomamos la decisión de no ocultar nada ni proteger a nadie, se procesaron internamente los casos de corrupción e inclusive esta fue la primera Asamblea, en toda su historia republicana, que levantó la inmunidad parlamentaria para que una asambleísta sea investigada en la justicia ordinaria como la legisladora Karina Arteaga, y a eso hay que sumar a algunos asambleístas que fueron destituidos, y todo esto generó algunas reformas a la Ley de la Función Legislativa como la creación de un Comité de Ética, que juzgará en adelante la conducta de los asambleístas.
En su periodo hubo denuncias de corrupción como carnés de discapacidad y reparto de hospitales.