Mayra Soria, fiscal encargada de la investigación, presentó pruebas que demostraron que José N. cometió el delito. Entre estas se incluyó el testimonio de las 5 niñas, quienes contaron cómo ocurrieron los hechos.
También mostró un informe médico psicológico practicado a las víctimas que determinó que padecían estrés postraumático y depresión infantil, producto de la agresión sufrida.
El caso ocurrió en 2011. José N. era profesor de las niñas en un colegio ubicado al norte de Quito y cometió el delito en horas de clase. El sospechoso fue capturado el año anterior.
El atentado al pudor se encuentra tipificado en el Art. 504.1 del Código Penal que estuvo vigente en la fecha en que se cometió el delito y es sancionado con reclusión mayor ordinaria de 4 a 8 años.
Esta semana, otro profesor se vio implicado en un delito cometido contra un menor. Santiago S. quedó con prisión preventiva por el presunto abuso sexual a un niño de 4 años.
Entre los elementos de convicción presentados consta el examen médico psicológico practicado a la víctima, en el cual se determinó que padece de trastornos de sueño, ansiedad y alteraciones conductuales, producto de la agresión.
La madre del niño acusa a Santiago S. de cometer el delito en la guardería, donde el procesado trabajaba como instructor.