Las operaciones de rescate son cada vez más difíciles, al filo del «umbral de oro de las 72 horas», dijo el alcalde de Tainan, William Lai, después de que los equipos rescatasen a cinco de doce supervivientes que habían sido localizados.
Se trata de una niña de 8 años, una empleada doméstica procedente del sureste asiático, un varón de 40 años apellidado Li, al que se tuvo que amputar una pierna; una mujer de apellido Tsao, cuyo esposo murió protegiéndola con su cuerpo, y un niño de seis meses, hallado en los brazos de su padre fallecido.
Otras tres personas siguen atrapadas, mientras que las cuatro restantes murieron mientras eran desenterrados de entre los escombros.
Muchas de las tareas de rescate se centran en el edificio Weiguan Jinlong («Dragón Dorado»), el más afectado por el terremoto y en el que se encontraban 36 de los 38 fallecidos, entre ellos un bebé de solo 10 días y diez niños.
El alcalde aseguró que hay «indicios de deficiencias en la construcción» de ese inmueble, pero que aún no se dispone de pruebas concluyentes.
Lai desveló, en su página de Facebook, que la alcaldía coopera en las investigaciones junto a tres asociaciones de ingenieros que asesoran a la fiscalía en la investigación abierta el mismo sábado.
«Si la fiscalía presenta cargos, el Gobierno municipal apoyará en todo a los residentes y protegerá los intereses del público», dijo Lai sobre el edificio, levantado en 1994 por la extinta empresa Construcciones Weiguan y que tenía unos 200 apartamentos.
Expertos e investigadores citan entre las posibles deficiencias del «Dragón Dorado» una escasa cimentación, con latas de aceite vacías en lugar de cemento y carencia de puntales en la planta baja, ocupada por unos grandes almacenes de productos electrónicos e informáticos.
Algunos residentes dijeron al diario local Apple Daily que, durante el terremoto, el edificio primero se movió «de arriba a abajo» y luego «de izquierda a derecha», lo que podría indicar, según expertos, una escasa profundidad de los cimientos en proporción al peso.
El director general de la Asociación de Ingenieros de Caminos de la isla, Cheng Ming-chang, señala que el hecho de que el derrumbe del edificio comenzase en la planta baja puede indicar que allí había menos puntales que en el resto de edificio.
Sin embargo, otros expertos, como el ingeniero Tai Yun-fa, consideran que «el descubrimiento de latas en los quicios no indica necesariamente que esa fuese la causas del derrumbe», dijo a la agencia oficial isleña, CNA.
«Antes del terremoto de 7,3 grados de 1999, que causó más de 2.400 muertos, se solían utilizar esas latas para agrandar los quicios sin aumentar mucho el peso, por motivos estéticos», dijo Tai.
Meteorólogos isleños también apuntan al llamado «efecto del sitio» como causa de que el terremoto, que tuvo su centro lejos de Tainan, fuese tan devastador en esa ciudad sureña.
Mientras tanto, Taiwán celebra su principal fiesta anual, el Año Nuevo Lunar, que para los familiares de las víctimas de terremoto es «el más triste de la historia de Taiwán», dijo a Efe la hija de uno de los desaparecidos.
Muchos familiares de desaparecidos pasaron la noche pasada, conocida como la «Nochevieja china», frente al edificio Weiguan rezando, sobre todo los menores, siguiendo la tradición de que trasnochar todo lo posible para añadir años de vida a sus padres.
«Mi padre, madre y abuela están aún sepultados bajo los escombros, no he dormido nada esta noche, quiero que vivan», dijo a Efe un adolescente apellidado Huang.
El seísmo de 6,4 grados de magnitud tuvo su epicentro en la aldea de Meinung, al sur de Taiwán y a 16,7 kilómetros de profundidad, y sacudió el sur de la isla a las 03.57 hora local del sábado (19.37 GMT del viernes), según el Servicio Meteorológico Central.