“Limitar nuestra libertad debe ser un absoluto último recurso y los británicos esperan que hagamos todo lo posible para evitarlo”, escribió el secretario de Salud, Sajid Javid, en un artículo en el diario Daily Mail.
Reino Unido es uno de los países europeos más golpeados por la pandemia, con casi 149.000 muertos. El sábado registró 163.000 nuevos casos, una leve baja después de varios días de contagios sin precedentes.
El gobierno británico, responsable de las políticas de salud solo en Inglaterra, hasta ahora se ha negado a restringir la socialización y los grandes eventos, a diferencia del resto del Reino Unido.
Irlanda del Norte, Escocia y Gales han adoptado nuevas reglas desde Navidad con límites a las congregaciones, en momentos que la variante ómicron dispara los contagios en el país.
Pero el gobierno del primer ministro Boris Johnson insiste en que los datos no justifican tales medidas en Inglaterra.
“He estado decidido a que nos demos la mejor oportunidad de convivir con el virus”, agregó Javid, al citar los “enormes costos sanitarios, sociales y económicos del confinamiento”.
Pese a las tasas récord de contagios, ha habido un aumento menos dramático en el número de hospitalizados, lo cual alimenta la esperanza de que ómicron sea menos severa que otras variantes.
“He trabajado de cerca con el NHS (sistema nacional de salud) para asegurar que está listo y resiliente para lo que viene”, aseguró Javid.
El gobierno ordenó en diciembre el uso de mascarillas en la mayoría de los sitios de Inglaterra y pidió trabajar desde casa cuando fuera posible, pero no ha aplicado las medidas adoptadas por otras partes de Reino Unido.
Más bien ha apostado en una intensificación de la vacunación, y alrededor de 60% de la población elegible ha recibido una dosis de refuerzo.
Fuente: El Universo– Nota Original: LINK