No demoraron en llegar a Kiev las tropas rusas. En el segundo día del ataque a Ucrania, los corresponsales del diario El País testimoniaron que el Ejército ucraniano se defendía apenas a tres kilómetros del Parlamento. 


Foto: Europa Press

Las fuerzas militares ucranianas son muy inferiores a las invasoras, como muestra la infografía superior.  Las autoridades militares pidieron a la población de la capital que prepare bombas molotov para la resistencia. Pero según la ONU, más de 50 000 ucranianos huyeron. El resto de la población se refugia en los subterráneos y el metro cuando suena la alarma  que anuncia  un nuevo ataque por aire.

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en su último mensaje al país, dijo que los ataques tuvieron no solamente objetivos, sino civiles. “Están matando a gente y convirtiendo ciudades pacíficas en objetivos militares (…) Esto es el mal y nunca lo perdonaremos”.

El presidente ruso, Vladimir Putin, en cambio, no dudó en calificar a Zelenski  y su gobierno como “una banda de drogadictos y neonazis” y pidió a las fuerzas ucranianas que tomen el poder. “Me parece que será más fácil negociar entre ustedes y yo”, dijo en un discurso televisado. Y añadió que no están combatiendo al Ejército ucraniano, sino a los “nacionalistas” que actúan como terroristas  y que usan escudos humanos.

La OTAN responde


La Organización del Tratado del Atlántico Norte, OTAN, decidió desplegar las Fuerzas de Respuesta Rápida para aumentar la defensa de los aliados en plena invasión rusa de Ucrania. Tras la reunión virtual de líderes aliados, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg anunció el despliegue por tierra, mar y aire de estas fuerzas para responder a “cualquier contingencia”.

Las Fuerzas de Respuesta Rápida se componen de hasta 40 000 efectivos con capacidad para desplegarse en cualquier escenario en un plazo de cinco días y durante un máximo de 30. Hace justo un mes, Estados Unidos anunció que ponía en alerta a 8 500 tropas para apoyar una posible activación de este contingente militar.

Por otra parte, familiares de ecuatorianos que viven en Ucrania realizaron un plantón  ayer frente al Palacio de Carondelet, para exigir al Gobierno que ayuden a evacuarlos.  Al grito de “No los dejen solos, señor Presidente”, padres y madres de familia piden puntualmente al presidente, Guillermo Lasso, y al canciller, Juan Carlos Holguín, evacuar a sus hijos hacia un lugar seguro.

La guerra cibernética


La ofensiva rusa no solamente fue militar; su capacidad para intervenir en sistemas informáticos no podía faltar.  En Eslovaquia, una empresa de ciberseguridad descubrió un ‘mal­ware’ que afectó los sitios del Gobierno de Kiev.

Según el diario británico The Guardian, antes del ataque con misiles, hubo “un ataque de denegación de servicio distribuido (DDoS), que paraliza los sitios web al bombardearlos con solicitudes de información falsa”.

El medio argentino Infobae, los ‘hackers’ ucranianos se ofrecieron como voluntarios para contrarrestar la poderosa estructura rusa. “¡Cibercomunidad ucraniana! Es hora de involucrarse en la defensa cibernética de nuestro país”, circulaba entre los internautas.

Fuente: El Comercio – Nota original: LINK