«Las mayores expectativas era que el día de ayer (domingo) pudiese tener ocasión la reunión, sin embargo como no fue posible esto las posibilidades ya son, como mucho, muy lejanas», explicó Rosales.
El abogado apuntó que las mayores posibilidades para el encuentro, finalmente fallidas, se dieron este domingo, cuando el pontífice se congregó con hermanos jesuitas en la Nunciatura Apostólica.
El defensor de los familiares de las víctimas señaló que los padres entregaron una carta este sábado al pontífice y esperan que «en algún momento el papa haga algún pronunciamiento en específico de la problemática que enfrentan los 43» y sobre los miles de desaparecidos en el país.
En esta misiva, que les hicieron llegar a través de los hermanos jesuitas, se describe la «crisis» abierta en el país a raíz de la desaparición de los jóvenes de la Escuela Normal (de magisterio) de Ayotzinapa en Iguala, en el sureño estado de Guerrero, el 26 de septiembre de 2014, a manos de autoridades corruptas y criminales.
En el escrito, firmado por el comité de padres de los 43, también hablan del «contexto político y de corrupción en las fuerzas de seguridad», y se hace un recuento del dolor «ocasionado a los padres con el engaño» de la versión oficial y «la obstrucción de la justicia».
Rosales destacó que los padres siguen «apostando por la reunión privada» y confirmó que no asistirán a «ningún acto público» que lleve a cabo el pontífice.
Ello a pesar de que fueron reservados tres sitios para que una delegación de los padres de los 43 estudiantes asistiera en la misa que el santo padre oficiará en Ciudad Juárez, en el norteño estado de Chihuahua, este miércoles.
«No vamos a acudir, sobre todo a Ciudad Juárez, porque el traslado es muy complicado para los padres y además no hay lugares, se ofrecieron tres lugares», apuntó.
El abogado culpó hoy al Gobierno de que la reunión fallara, pues tienen indicios, aunque no «conocimiento cabal», de que «la diplomacia mexicana ha trabajado desde hace unos meses para evitar un encuentro del papa con los 43 padres».
La de los familiares es «una lucha que atenta contra las instituciones y sería muy riesgoso para el Estado que los padres puedan tener el respaldo del Papa», añadió.
Una fuente de la organización de la visita confirmó la pasada semana a Efe que el único acercamiento previsto oficialmente entre Francisco y ese grupo será en una multitudinaria eucaristía en el área de la feria de Ciudad Juárez, muy próxima a la frontera con Estados Unidos, el próximo miércoles.
«Van a tener tres asientos en primera fila en Ciudad Juárez, en la misa donde el papa se va a despedir de los mexicanos», indicó.
Según la fuente, junto a ellos habrá también representantes de otros colectivos víctimas de la violencia en México.
Este lunes el papa Francisco se halla en el sureño estado mexicano de Chiapas para oficiar una misa con las comunidades indígenas en San Cristóbal de las Casas y celebrar un encuentro con las familias.
El martes viajará a Morelia, en el estado occidental de Michoacán, y el miércoles a Ciudad Juárez, en el norteño de Chihuahua, para culminar su visita y despegar desde allí de regreso a Roma.