«El Perú no está pasando por un buen momento, pero tenemos que solucionarlo con los poderes del Estado», dijo Castillo este martes al salir del Congreso donde se reunió con la mesa directiva parlamentaria «a fin de articular medidas en beneficio de los peruanos».
Y mientras Castillo se dirigía a periodistas anunciando el fin de su impopular medida, afuera del hemiciclo, en Lima, una multitud protestaba y buscaba llegar al Congreso, por lo que la Policía intervino.
La polémica declaratoria de Estado de Emergencia en Perú no cayó bien entre los peruanos, lo que provocó manifestaciones en Lima, la capital, en horas de la tarde. Desde el Congreso de Perú, poco después de las 5 p.m., el presidente Castillo anunció la derogatoria de dicha orden, que entre otras cosas, incluía la orden de inamovilidad.
«Debo anunciar que a partir del momento vamos a dejar sin efecto esta inamovilidad que corresponde llamar a la tranquilidad del pueblo peruano», dijo Castillo en una reunión con la mesa directiva del Congreso.
Pese a la medida de toque de queda, cientos de manifestantes salieron este martes a las calles de Lima para pedir la renuncia de Castillo.
Los enfrentamientos estallaron por la tarde cuando la policía antidisturbios empleó gases lacrimógenos para dispersar a la multitud y los manifestantes arrojaron piedras a través de las ventanas de un edificio utilizado por el poder judicial de Perú.
El Ministro del Interior de Perú, Alfonso Chávarry, informó en la noche de este martes que había 15 detenidos por «robo y vandalismo» en el marco de las protestas.
En tanto, Castillo hizo un llamado a la tranquilidad de los peruanos y exhortó a quienes bloquean carreteras, en un paro de transportistas que inició el 28 de marzo por el aumento del precio de los combustibles, a no «aprovechar» un derecho constitucional para generar violencia.
Según Provias, son más de 44 los puntos que han sido interrumpidos en diversas carreteras a nivel nacional y 86 los que se encuentran restringidos.
El Ministerio del Interior de Perú exhortó a los manifestantes a protestar sin necesidad de recurrir a la violencia, «sin perturbar el orden público y en estricto respeto a la propiedad pública y privada, pero sobre todo a la integridad y la vida humana», según un comunicado de Twitter.