La reunión tendrá como eje central la construcción de una «nueva agenda urbana» en la que se recogerán «los nuevos desafíos por el desarrollo urbano y sostenible», informó hoy en un comunicado la organización del evento.
La conferencia, que se celebra cada 20 años, tendrá lugar en Quito del 17 al 20 de octubre.
La primera edición se celebró en 1976 en Vancouver (Canadá) y en ella los Gobiernos participantes reconocieron la necesidad de fomentar la construcción de asentamientos humanos sostenibles.
Fue en esa conferencia donde se decidió celebrar cada 20 años una reunión de la ONU sobre el asunto, por lo que la segunda tuvo lugar en 1996, en Estambul (Turquía).
En esa oportunidad, «los líderes mundiales se expresaron a favor de un plan global de acción para que todos los seres humanos tengan acceso a vivienda adecuada», indica el comunicado.
Las resoluciones adoptadas «son políticas que deberán ser adoptadas por los Estados Miembros de la ONU», agrega.
El director ejecutivo de ONU-Hábitat, Joan Clos; el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, y la ministra de Desarrollo Urbano y Vivienda del país andino, María de los Ángeles Duarte, ofrecerán este miércoles detalles sobre los planes puestos en marcha de cara a la conferencia.
Según dijo Clos en enero de 2015, la reunión de octubre en Quito será una «enorme oportunidad» para que la humanidad revise la urbanización e imagine un nuevo mundo en el que las ciudades contribuyan al desarrollo sin dañar los ecosistemas.
Clos apuntó entonces que la cita debe permitir «revisar los conceptos tradicionales de urbanización», cambiar la forma en la que se afronta este asunto y permitir «imaginar un nuevo mundo».
En ese futuro, subrayó, el urbanismo debería seguir contribuyendo a aquellas cosas que ya hace, como facilitar el desarrollo, pero también debería preservar la calidad de los ecosistemas.
En 1976, cuando se celebró la primera cumbre Hábitat, la población urbana del mundo era de 1.500 millones de personas -un 37,9 % del total-, mientras que hoy la cifra asciende a 4.000 millones y supone más de la mitad de los habitantes del planeta.