Un mes después de que Elon Musk compró Twitter por 44,000 millones de dólares ya ha dado mucho de lo que hablar. Pero sin duda, una de las decisiones más polémicas fue la devolución de su cuenta al expresdidente de Estados Unidos, Donald Trump. El magnate norteamericano fue suspendido de la red social tras fomentar el asalto al Capitolio, el 6 de enero de 2021, para impedir la certificación del resultado de las elecciones de 2020. En ese entonces, Twitter consideró que Trump violó los términos del servicio de varias formas.
En días pasados, Elon Musk realizó una encuesta en su perfil, que dio como resultado el 51,8% de apoyo para que la cuenta de Trump se restablecida con sus más de 87 millones de seguidores. En la reñida encuesta participaron cerca de 15 millones de usuarios. Sin embargo, el expresidente republicano no ha tuiteado nada y se desconoce si lo haga, pues ha manifestado públicamente su intención de utilizar solo la plataforma que él mismo impulsó, Truth Social.
La decisión de Musk de restaurar esta y otras cuentas suspendidas ha generado la reacción de algunos sectores, como la Coalición Nacional de Medios Hispánicos, que el pasado martes 22 de noviembre declaró estar «consternada» por la medida. La presidenta de la Coalición, Brenda Castillo, afirmó en un comunicado que esto «es una incitación al odio, la violencia y la desinformación bajo el disfraz de ‘libertad de expresión'».
Cuando Twitter estaba en manos de su anterior dueño, Jack Dorsey, se emitió una prohibición de por vida en la cuenta de Donald Trump, por su incitación a la violencia, pero la llegada de Musk parece que todavía tiene muchas sorpresas por dar. Entre las cuentas reactivadas, está la de la representante federal estadounidense Marjorie Taylor, que fue eliminada en enero por infringir las normas de desinformación del COVID en la plataforma.
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