La periodista cubana Yoani Sánchez denunció este sábado una “furia represiva” del régimen de su país y advirtió que la prensa crítica será la principal “víctima” de un código penal que acaba de entrar en vigor.
Tras las protestas de 2021 “se desató la furia represiva. Tenemos más de mil presos políticos”, aseguró Sánchez durante un foro en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL).
La opositora, quien reside en La Habana, advirtió en particular sobre los alcances de un marco penal aprobado unánimemente por el Parlamento en mayo y que rige desde el pasado jueves.
“El gran damnificado, la víctima principal (de esa norma) es el periodismo independiente, la información y el libre flujo de la noticia”, sostuvo.
La reforma creó nuevos delitos relacionados con la participación en actividades subversivas y las agresiones efectuadas a través de las tecnologías de la información y las comunicaciones, según el presidente del Tribunal Supremo cubano, Rubén Ferro.
También mantuvo la pena de muerte para 23 delitos, entre ellos contra la seguridad del Estado, terrorismo, narcotráfico internacional y homicidio, mientras que cuatro causales fueron eliminadas.
De este modo “se penaliza la protesta popular bajo delitos como el escándalo público”, alertó Sánchez, fundadora del diario digital 14ymedio y ganadora del Premio Ortega y Gasset de Periodismo en 2008.
El nuevo código fue aprobado luego que en julio de 2021 miles de cubanos protagonizaron las mayores protestas contra el gobierno en 60 años, que dejaron un muerto, decenas de heridos y centenares de presos.
Ahora “se abren las interrogantes: ¿Lo van a aplicar a rajatabla o es solo para intimidar? Porque ya había herramientas legales para intimidarnos”, cuestionó la periodista.
Para Sánchez, incluida por la revista Time entre las 100 personas más influyentes del mundo en 2008, la norma hace parte de los esfuerzos del dictador Miguel Díaz-Canel para deslegitimar esas manifestaciones, que exigían mejoras económicas y mayores libertades, y ahogar futuros levantamientos.
“A partir de que la prensa, la propia gente logró transmitir esta versión, el régimen se ha molestado mucho. Le ha hecho perder apoyos internacionales. La narrativa (de que los cubanos no protestaban) se rompió”, sostuvo la comunicadora en un panel integrado entre otros por su colega hispanoperuano Álvaro Vargas Llosa.
Sánchez expuso que dicho “resquebrajamiento” se remonta a 2006, cuando “las nuevas tecnologías pusieron en jaque el monopolio” oficial sobre la información y emergió un “periodismo independiente”.
Pero apuntó que aun así las acciones de la dictadura cubana han forzado a muchos periodistas a exiliarse.
“El periodismo se ha vuelto una profesión que para ejercerla hay que hacerlo desde el heroísmo, las posiciones kamikazes o desde la locura. Lo que no es cuerdo es vivir bajo una dictadura y quedarse callado”, expresó.
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