El senador de origen cubano Marco Rubio, uno de los contendientes que perduran en la carrera por la candidatura republicana a la Presidencia de EE.UU., recibirá hoy el apoyo de tres congresistas de Florida que estaban con Jeb Bush.

La campaña de Rubio informó que Ileana Ros-Lehtinen, Mario Díaz-Balart y Carlos Curbelo, además del exrepresentante Lincoln Díaz-Balart, anunciarán hoy que se pasan al bando del joven senador por Florida, quien tras la retirada de Bush el pasado sábado tiene como principales rivales a Donald Trump y Ted Cruz.

Los aspirantes republicanos se medirán el martes en las primarias de Nevada.

Según una encuesta de la Florida International University, realizada antes de conocerse los resultados de las primarias de Carolina del Sur, celebradas el pasado sábado, el 37,2 % de los hispanos republicanos de Nevada tenían intención de votar por Trump este martes.

Rubio aparece en segundo lugar en intenciones de votos, con el 16,4 %, que puede aumentar, pues el 11,4 % tenía pensado votar por Bush cuando se efectuó la encuesta, que tiene un margen de error del 4-5 % y fue hecha a 1.001 personas a través de teléfonos celulares.

En cuanto al electorado general, según una encuesta del grupo Gravis realizada los días 14 y 15, Trump lleva una ventaja en Nevada de 16 puntos sobre Cruz y 20 sobre Rubio, mientras que los otros dos contendientes, Ben Carson y John Kasic, tienen apenas el 5 % en intención de voto, 34 puntos menos que el magnate.

La mayoría de los analistas políticos coincide en que Rubio puede ser el más beneficiado con la retirada de Bush, que fue su protector cuando era gobernador de Florida.

Una parte importante del caudal de votos de Bush puede volcarse hacia Rubio, pero los analistas no están tan seguros de que lo mismo vaya a pasar con los donantes de la campaña del exgobernador, hijo y hermano de presidentes.

Bush abandonó la carrera presidencial con el único hito de haber superado a sus contrincantes en las recaudaciones para la campaña. Logró unos 120 millones de dólares en 2015 gracias a su aliada súper PAC o Comité de Acción Política «Right to Rise» (Derecho a prosperar). Pero en las tres primarias en las que participó, nunca alcanzó siquiera el 10 % de los votos.