Ecuador cerró el 2022 con una inversión extranjera directa de USD 788 millones, lo que muestra un crecimiento de 22% frente a 2021, según el Banco Central del Ecuador (BCE). No obstante, aún está lejos de la cifra de inversión que se alcanzó en 2020, que fue de USD 1.095 millones, a pesar de la pandemia de Covid-19, y más aún de la inversión de 2018, que fue de USD 1.389 millones.
Para la subdecana de la Facultad de Economía de la Pontificia Universidad Católica de Ecuador (PUCE), Verónica Artola, la principal razón del lento crecimiento de la inversión extranjera directa durante el Gobierno de Guillermo Lasso ha sido la incertidumbre política.
Artola explica que los mercados tenían una buena expectativa con la llegada de Lasso al poder y que esto se reflejó inmediatamente con una caída del riesgo país. “La expectativa era que iba a haber una mayor apertura a la inversión extranjera“.
Pero, más allá del éxito inicial del Gobierno con la vacunación, no han existido señales políticas fuertes que incentiven la inversión nacional y extranjera, considera Artola. Los levantamientos sociales de junio de 2022 y las dificultades del Gobierno para aprobar reformas económicas en la Asamblea Nacional son factores que incidieron en el incremento del riesgo país, añade Artola.
El indicador volvió a subir en 2023 por la incertidumbre política y hoy supera los 1.900 puntos. “Esto ha provocado que los inversionistas estén a la expectativa de qué va a pasar, en especial, luego de las elecciones seccionales. Los capitales se asustan muy rápido, con inestabilidad política, no van a venir”, dice Artola.
Otro factor que ha influido en el lento crecimiento de la inversión extranjera directa es la falta de seguridad jurídica, explica Iván Ortiz, director del Centro de Negocios de la Cámara de Comercio Ecuatoriano Americana (Amcham).
En un informe de 2022, el Departamento de Estado de Estados Unidos ya alertaba los efectos de esta incertidumbre jurídica en las inversiones en Ecuador, recuerda Ortiz. “Esto (seguridad jurídica) es clave para el inversionista estadounidense, pero es un tema que no ha sido abordado de manera adecuada por el Gobierno”, dice.
Ortiz explica que esto implica la administración de justicia acorde a las leyes y la implementación de políticas económicas que se sostengan en el tiempo. Lo contrario ahuyenta al inversionista y hace que envíe sus capitales a otros países de la región.
Cae inversión de Estados Unidos
A pesar de ser el principal socio comercial de Ecuador, la inversión extranjera proveniente de Estados Unidos cayó 63% en 2022, con relación a 2021, cerrando en USD 30,7 millones. Otros países, como México, España o China, invirtieron más capitales en el país. Con China se cerró la negociación de un acuerdo comercial a finales de 2022, aunque todavía no se firma.
Un caso particular fue el de Uruguay, la cifra de inversión proveniente de ese país alcanzó USD 772 millones. Sin embargo, Artola aclara que ese dinero no ingresó al país, sino que se trató de una transacción financiera por derechos fiduciarios. Es decir, un inversionista transfirió la participación accionaria que tenía en una empresa a cambio de un monto de dinero, que en este caso se destinó a cubrir una deuda.
Desinversión en minería y petróleo
Por tipo de actividad económica, los servicios prestados a empresas sumaron el mayor monto de inversión extranjera, por USD 803 millones. La mayor parte de esta inversión se concentra en la transacción originaria de Uruguay.
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