El ministro francés del Interior, Gérald Darmanin, quiso subrayar este sábado 15 de julio de 2023 por la mañana con las cifras todavía provisionales en su cuenta de Twitter esa “baja importante” de los daños materiales, y lo atribuyó “a nuestras fuerzas del orden, a su presencia y a sus cuantiosos controles preventivos efectuados”.
Ante el riesgo de que pudiera producirse un nuevo estallido como el de los disturbios que se prolongaron durante una semana a partir del pasado 27 de junio tras la muerte de un joven en la ciudad de Nanterre por un tiro policial cuando trataba de saltarse un control, Darmanin había decidido un despliegue masivo de agentes por la fiesta nacional del 14 de julio.
En total, 45.000 policías y gendarmes salieron a la calle tanto en la noche previa como en la posterior a ese 14 de julio, en la que resultaron heridos siete de ellos, cuando en la misma fecha de 2022 habían sido 21.
Se contabilizaron 51 episodios en los que se utilizaron artificios pirotécnicos contra las fuerzas del orden, frente a los 333 un año antes
Desde el 27 de junio y el inicio de los disturbios en barrios sensibles de muchas ciudades francesas, la Policía había requisado unos 165.000 morteros, los artificios pirotécnicos más temidos en esos ataques.
Nota original: Expreso